Decenas de fieles se reunieron en una iglesia, pese a que el límite permitido para este tipo de encuentros es de 10 personas. La excepción se debió a que, en forma de protesta, la Iglesia Comunidad Redentor de San Lorenzo reabrió como bar.
"Estamos vestidos de esta manera, con una bandeja, porque parece que es la única manera en que podemos estar reuniéndonos para servir la palabra de Dios”, explicó Daniel Cattaneo, el pastor del templo que se encuentra en la provincia de Santa Fe.
Estamos vestidos de esta manera, con una bandeja, porque parece que es la única manera en que podemos estar reuniéndonos para servir la palabra de Dios
El destinatario de la protesta fue el gobernador Omar Perotti, que solo habilitó reuniones religiosas con hasta 10 personas, lo que motivó la reacción de numerosos credos.
Los pastores se vistieron de mozos para recibir a los “clientes”, quienes se ubicaron en mesas dispuestas en el salón de la iglesia.
“Queremos ejercer nuestro derecho constitucional de practicar nuestra Fe. Nos preocupa que cercenen nuestros derechos. Los bares y negocios pueden abrir, pero nosotros no. ¿Por qué nos discriminan?”, exclamó el pastor frente a los fieles.
La reunión sirvió tanto de protesta como de festejo, debido a que coincidió con el aniversario número 75 de la iglesia evangélica en la ciudad santafesina.
Por otro lado, el pastor dijo que creyeron que iban a poder abrir cuando el lunes se publicó el decreto 487 con las nuevas actividades que se sumaron a las exceptuadas del aislamiento.
“Pensamos que se habría escuchado nuestro pedido pero cambió todo y volvimos a lo que ya nos habían permitido, que es el ingreso de grupo de un máximo de 10 personas”, cuestionó.