Esta madrugada falleció a los 94 años Alicia Hartdrige, esposa del fallecido dictador Jorge Rafael Videla. La noticia se conoció públicamente luego de que publicaran su deceso en los avisos fúnebres del diario La Nación. La mujer estuvo casada durante 65 años con el dictador -con quien tuvo 7 hijos- hasta el día de su muerte en 2013.
Alicia Raquel Hartridge Lacoste nació el 28 de septiembre de 1927 en una familia de clase alta y creció en la localidad de Morón, en el oeste del conurbano bonaerense. Era la hija del embajador Samuel Alejandro Hartridge Parkes y de María Isabel Lacoste Álvarez.
Se casó el 7 de abril de 1948 con Videla, a quien conoció en El Trapiche, una localidad de la Provincia de San Luis. Entre 1951 y 1966 vivieron en Hurlingham, y cuando los periodistas María Seoane y Vicente Muleiro buscaron testimonios para su libro El Dictador, los vecinos la describieron como una “esposa entregada a sus tareas de ama de casa y a la crianza de los hijos”.
El 29 de marzo de 1976 cuando Videla se calzó la banda presidencial, Alicia Hartridge pasó a ser la primera dama de facto. Participó de varios actos protocolares, como la visita de los reyes de España en 1978 o la inauguración del Mercado de Hacienda. Durante las tarde compartía el té con amigas como Elvira Bullrich, esposa del ministro de Economía, Alfredo Martínez de Hoz, según contó el periodista Juan Gasparini en su libro Mujeres de dictadores.
Mensajes y avisos fúnebres por su muerte
La noticia de la muerte de Hartridge recibió tres avisos fúnebres que fueron publicados en el diario La Nación. “Ejemplo de esposa y madre. Tus hijos, hijos políticos, nietos y bisnietos te despedimos con el cariño que nos diste”, reza uno de ellos.
Otro de los mensajes publicados llevó la firma de Florencio Olmos, histórico amigo del dictador, quien siempre mantuvo lazos con su familia. Tan así que el día de la muerte de Videla, publicó una esquela de condolencias en el diario La Nación.
La mujer tuvo sepultura en el cementerio Memorial, en la localidad bonaerense de Pilar, donde también sepultaron al dictador, aun cuando los vecinos de Mercedes, la localidad natal de Videla, se opusieron a que sea enterrado en un panteón privado en el cementerio local.
Sin embargo, hace dos años, Alicia Hartridge dijo en una entrevista con la agencia de noticia EFE que no sabía exactamente donde yacían los restos de su esposo. “Yo voy a misa, rezo por él todas las noches, eso es lo principal”, afirmó en aquel momento.