A 5 años de la muerte de Alan, vuelven a pedir una pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”

Alan Villouta (21) falleció atropellado cuando intentaba cruzar el Acceso Sur. El conductor, que se dio a la fuga en ese momento, fue condenado por la Justicia.

A 5 años de la muerte de Alan, vuelven a pedir una pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”
A 5 años de la muerte de Alan, vuelven a pedir una pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”. Foto: Andrés Villouta.

A la 1:50 del viernes 26 de agosto se cumplirán exactamente 5 años de aquella fatídica madrugada de 2017 en que el joven Alan Villouta (21) falleció violentamente atropellado en el Acceso Sur, a la altura del mall La Barraca. Alan salía de trabajar en una pizzería del lugar e intentaba cruzar la peligrosa avenida para tomarse el colectivo que lo regresaría a su casa. Pero el auto guiado por César Alejandro Verdenelli, que circulaba con exceso de velocidad, lo atropelló, y Alan falleció en el instante, mientras que el negligente conductor se dio a la fuga. Recién 60 horas después del fatal accidente Verdenelli se entregó a la policía, mientras que en abril de 2020 el automovilista fue condenado a 3 años de prisión en suspenso por el delito de “homicidio culposo agravado por conducción imprudente y antirreglamentaria”. Además, fue inhabilitado para conducir durante ocho años.

A 5 años de la muerte de Alan, vuelven a pedir una pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”. Foto: Andrés Villouta.
A 5 años de la muerte de Alan, vuelven a pedir una pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”. Foto: Andrés Villouta.

Desde aquel trágico 26 de agosto de 2017 hasta la fecha, los padres de Alan (Andrés Villouta y Andrea Bazán) iniciaron una peregrinación administrativa y burocrática de la que se cumplen el próximo viernes también 5 años y que, hasta el momento, no ha obtenido ninguna respuesta concreta: la del pedido de que se construya una pasarela peatonal en altura, que atraviese el Acceso Sur de Este a Oeste (y viceversa). “Nada cambió”, destaca con dejos de resignación Andrés, aunque insiste –una vez más- en que no dejarán de insistir con este pedido. “El año pasado dije que si hacía falta que salga a vender tortitas al costado de la ruta para juntar dinero que ayude a construir la pasarela, lo iba a hacer. Y sigo convencido. Incluso, si tengo que ser yo el que ponga ladrillo sobre ladrillo para levantarla, también lo voy a hacer”, insistió el hombre, quien se dedica a preparar pizzas y a hacer tareas de electricidad domiciliaria entre semana, mientras que los fines de semana –junto a su familia- prepara comidas en el comercio que inauguraron y que lleva un nombre en homenaje a su hijo fallecido: “Alan Brito” (en Acceso Sur y Paso, Carrodilla).

El viernes, de 9 a 19, la familia estará en el lugar donde murió Alan realizando un pequeño homenaje para recordarlo. Además, en el lugar –Acceso Sur, frente a La Barraca- estarán juntando alimentos no perecederos y materiales de construcción para 5 merenderos que son parte de la fundación Red de Corazones que ellos mismos conformaron.

A 5 años de la muerte de Alan Villouta, insisten en el reclamo de la pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”. Foto; Andrés Villouta.
A 5 años de la muerte de Alan Villouta, insisten en el reclamo de la pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”. Foto; Andrés Villouta.

“Aún al día de hoy me parece imposible no tener a mi hijo físicamente. Pero él no se fue, se mudó a nuestros corazones. Y nos tranquiliza recordarlo así, siempre”, describió el papá del joven, quien hoy tendría 26 años.

Sin avances en la nueva pasarela

En el Acceso Sur, en la traza comprendida entre el empalme con el Acceso Este y la salida hacia Ruta 7 (camino a Chile) hay apenas una sola pasarela. Se encuentra a la altura de calle Rawson, en Godoy Cruz, y es la única vía exclusiva para que los caminantes puedan cruzar de un lado del acceso al otro.

“Se cumple un año más, y es otro año en el que seguimos insistiendo a la Dirección Nacional de Vialidad que se ponga las pilas y construya la pasarela a la altura de La Barraca. No es algo que pedimos para nosotros, ya que si finalmente podemos lograr que se construya, es algo que servirá para todos y que va a quedar en nuestro corazón”, destaca Andrés Villouta.

A 5 años de la muerte de Alan, vuelven a pedir una pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”. Foto: Archivo Los Andes.
A 5 años de la muerte de Alan, vuelven a pedir una pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”. Foto: Archivo Los Andes.

En estos 5 años lograron reunirse con las autoridades viales y hasta se firmó un compromiso para evaluar y concretar el proyecto. Pero en la práctica, en el lugar, no se ve nada todavía.

“No sabemos hasta cuándo van a estirar el tema. En 5 años se podrían haber hecho ya 10 pasarelas. Por eso vamos a insistir el viernes con este pedido también”, insiste el hombre.

Cinco años sin Alan

Para Andrés Villouta, Andrea Bazán (padres de Alan) y sus otros 6 hijos (hermanos del joven que murió en 2017), cada vez que se acerca el 26 de agosto, los sentimientos quedan a flor de piel. “Son fechas difíciles, especiales”, describe su padre, con la voz resquebrajada. “Pero Alan siempre está presente. Las imágenes que tengo en mi cabeza son eternas, y le pido a Dios recordarlo todos los días con la sonrisa, el corazón, la picardía, su gran amor. En estos 5 años, es impresionante la cantidad de gente que nos ha acompañado, que ha compartido su foto. Son cosas que nos mueven y emocionan mucho, y que nos hacen llorar de emoción y de alegría”, describe su padre.

Entre tanto dolor, hace 4 meses la vida les sonrió a los Villouta Bazán. Y es que Mili, una de las hermanas de Alan, fue madre, por lo que Andrés y Andrea se convirtieron en abuelos. ¡Y de solo hablar del pequeño Kalev, a Andrés se le cae la baba!

A 5 años de la muerte de Alan, vuelven a pedir una pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”. Foto: Archivo Los Andes.
A 5 años de la muerte de Alan, vuelven a pedir una pasarela: “Si hace falta, pondré yo ladrillo por ladrillo”. Foto: Archivo Los Andes.

“Hace 4 meses Dios nos dio una caricia con el nacimiento de Kalev, mi nietito y que –para desgracia de todos- es igual a mí”, cuenta el papá de Alan, entre risas. “Eso nos moviliza, y mucho también. Y Alan siempre está presente, en todo lo que hacemos. Su mirada, sus palabras, la humildad que pudimos sembrar en su corazón. La gente lo recuerda así: humilde, laburador”, agrega, y otra vez su voz se calla entre tanto llanto ahogado.

Transformando el dolor en prevención

La muerte de Alan Villouta fue un baldazo de agua fría para sus padres y su familia. Pero, lejos de quedarse encerrados entre tanto dolor y oscuridad, los padres y hermanos del joven decidieron convertir toda esa tristeza en acción.

Alan Villouta
Alan Villouta

Así fue como nació la campaña de concientización “Un regreso seguro”, que apunta a concientizar a los jóvenes cuando con sus autos. “Ahora viene el Día de la Primavera y del Estudiante, por lo que estaremos haciendo prevención en la calle. Es importante que los chicos sepan y entiendan la importancia de no tomar alcohol o usar el celular si manejan. Siempre hacemos hincapié en que cuando salen de sus casas, siempre hay alguien que se queda esperándolos a que regresen”, destaca Villouta.

La campaña de concientización que llevan adelante periódicamente consiste en repartir folletos informativos donde se remarca justamente la importancia de ser conscientes a la hora de volver a casa luego de salir a bailar.

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