Desesperación e incertidumbre atraviesan los feriantes del Mercado Persa, ubicado en pleno Centro mendocino, que fuera consumido por las llamas el pasado 6 de febrero dejando a cientos de familias sin su fuente de trabajo ya que las pérdidas fueron totales.
Desde hace 15 días, cuando se produjo el siniestro, las víctimas se transformaron en manteros, ya se encuentran en la puerta del persa comercializando sus productos en plena calle.
“No tenemos ni una novedad, ni un avance: estamos como manteros en la puerta del Persa y de ahí no nos moveremos. Sentimos gran incertidumbre y muchísima angustia”, señaló Elizabeth Barrionuevo, de 64 años, quien tenía desde hace décadas su puesto de accesorios de celulares y vio derrumbado todo su proyecto en pocos segundos.
La mujer, que solía transcurrir alrededor de 10 horas al día en su pequeño puesto de venta de accesorios para teléfonos celulares, anticipó una reunión con el municipio que tendrá lugar hoy y en la que se prevé avanzar con los posibles lugares alternativos para instalarse. De todos modos, ayer el municipio no brindó detalles sobre el tema.
Oriana, que tenía un local de perfumería, apuntó a la dueña del lugar Paulina Sánchez, quien aseguró que “jamás se comprometió con el tema ni ha brindado apoyo”.
“No se ha hecho presente con nosotros ni se ha solidarizado de ninguna manera. Es una vergüenza, después de haberle alquilado y trabajado con ella tantos años que no se haga presente en una situación así y que no nos brinde ningún tipo de ayuda ni de aliento”, enfatizó.
“Realmente nos ha demostrado no ser buena persona ni comprometerse con algo tan grave”, sostuvo.
Oriana dijo que abundan las imprecisiones en torno al tema y que no han tenido los afectados ningún tipo de respuesta respecto de la reubicación, algo imprescindible para todas las familias afectadas, que hoy deben sumar changas para salir adelante porque la situación cambió drásticamente.
“Estamos todos los días vendiendo en la vereda del Persa con un mantel para poder llevar un sustento a la casa. En lo personal, anoche estuve trabajando en un evento privado porque necesito un ingreso”, indicó. Agregó: “Hoy en la situación precaria en la que trabajamos, ni siquiera tenemos baños”.
En cuanto a la reunión con autoridades de la comuna, agregó que se abordará, entre otros temas, un posible préstamo que podrían adquirir.
“Pero todo está muy en el aire. No hay nada concreto todavía. Lo que más necesitamos ahora es la reubicación para seguir trabajando. Hemos perdido nuestra fuente laboral”, señaló.
Tanto Elizabeth como Oriana negaron que el municipio los haya conminado a abandonar el lugar.
“Los inspectores municipales están al tanto, van todos los días y no hay ningún problema con esa situación. Todos permanecemos allí, somos alrededor de 50 feriantes en la vereda del Persa sobreviviendo como podemos”, agregó.
Los predios que se analizan
Inmediatamente después del voraz incendio que generó pérdidas totales para los comerciantes de la Feria Persa Mendoza, la Municipalidad de Capital activó la ayuda para que los damnificados puedan salir adelante.
La primera de las medidas fue iniciar la búsqueda de un lugar donde los feriantes puedan continuar trabajando y, al no existir espacios municipales que cumplan con los requisitos necesarios, la comuna acudió a los privados para encontrar una solución. Una estructura con contenedores ubicada en el cruce de calles Godoy Cruz y España, y otro lugar en avenida Mitre son las dos opciones más potables cercanas a la zona.
Uno de los sitios es un espacio armado con contenedores, de diseño moderno e innovador, que está ubicado en la esquina de calles España y Godoy Cruz -con salida a ambas arterias y a calle 9 de Julio- y parece ser la primera opción hasta el momento.
La otra alternativa es un lugar en avenida Bartolomé Mitre, entre General Paz y Las Heras, en el que anteriormente funcionó una feria persa, aunque esta opción está un poco más relegada en la consideración, tanto por el deseo de los feriantes como por el desconocimiento de las condiciones en que se encuentra.
“Nosotros también perdimos todo”
“Nosotros también perdimos todo y no nos desentendemos”, dijo la dueña del Persa. En diálogo con Los Andes, Paulina Sánchez, hija de la propietaria del predio, advirtió que está trabajando en la reconstrucción del espacio y que el siniestro dejó a la familia sin su principal ingreso.
“Entiendo a los feriantes y siempre los he apoyado, incluso durante la pandemia, un período muy duro para todos nosotros. Pero considero que esta es su lucha y que, mientras tanto, desde mi lugar debo resolver otros problemas”, manifestó, para aclarar: “Me siento acompañada por muchos feriantes a quienes conozco desde hace años”.
“Nosotros también hemos perdido todo. No nos hemos desentendido, solo que hay numerosas cuestiones por resolver”, amplió.
Paulina Sánchez confesó que su madre, quien posee el usufructo del lugar, se encuentra en pleno tratamiento por cáncer.
“Además, soy madre de cinco hijos. Nosotros también estamos atravesando una situación difícil”, reiteró.
Dijo, finalmente, que a partir de sus contactos está oficiando de nexo para evaluar la posibilidad de otorgar préstamos a los feriantes.
“Claro que no todos están en la misma situación, pero es una posibilidad. Nunca nos hemos desentendido sino que, por el contrario, hemos recibido mucho apoyo de los propios comerciantes”, concluyó.
