En el pico de su popularidad, el rey de la bachata se presentó en Mendoza el 10 de marzo de 2015 y generó pasiones y críticas por igual.
Romeo Santos en la Vendimia 2015: se cumplen 10 años de la polémica presentación
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Archivo Los Andes A lo largo de las décadas, variedad de artistas y bandas se lucieron en el teatro griego Frank Romero Day. Desde el siempre presente folclore (Soledad, Jorge Rojas, el Chaqueño) hasta el pop urbano (Lali Espósito, Nicki Nicole) y el rock (Divididos, Fito Páez, Ciro y los Persas). Pero una visita internacional, un 10 de marzo de 2015, quedará en el recuerdo por lo bueno... y también polémico.
Romeo Santos, el rey de la bachata, se presentó en el escenario mayor de los mendocinos hace exactamente 10 años. Fue en el contexto de la tercera repetición de la Fiesta Nacional de la Vendimia que el intérprete de "Propuesta indecente" llegó al teatro griego para hechizar a sus fanáticos con sus ritmos bachateros y los éxitos de la agrupación Aventura.
El hijo de un padre dominicano y de una madre puertorriqueña venía de hacer delirar a las fanáticas en dos Monumentales completos en Buenos Aires, 60.000 personas en el Anfiteatro del Bosque en El Calafate y hasta conquistar el “monstruo” de Viña del Mar. Era su pico de popularidad, y Mendoza fue testigo.
Un profundo debate que generó en Mendoza fue el costo de la presentación de Romeo Santos en un festival tradicional como el de la Vendimia, financiado principalmente por el Estado. Pero, además, su comportamiento con una fanática en la canción "Beso" provocó revuelo: Romeo tomó la mano de una mujer a la que había subido al escenario y la colocó en sus genitales. Hubo beso para cerrar el momento de "pasión".
"Ovacionado, Romeo Santos dejó el escenario 2.25 horas después. Parte del público se retiró después y no se quedó a ver la fiesta. A la gente de los cerros les liberaron entonces la entrada. Saco gris, pantalón negro y lentes oscuros, el morocho de 33 años cantó con su micrófono decorado con una corona y dos leones dorados a los costados", decía la crónica de Los Andes aquel 10 de marzo de 2015.
Desde entonces, el rey de la bachata nunca más pisó la provincia.