7 de septiembre: por qué se festeja el Día del enólogo

La fecha se realiza en conmemoración del establecimiento de la Quinta Normal de San Juan en 1862 por Domingo F. Sarmiento. Anteriormente, los enólogos eran homenajeados el 6 de agosto, día que fue originalmente dedicado a la Enseñanza Agrícola.

7 de septiembre: por qué se festeja el Día del enólogo
La fecha se realiza en conmemoración del establecimiento de la Quinta Normal de San Juan en 1862 por Domingo F. Sarmiento.

El Día del Enólogo se celebra en Argentina cada 7 de septiembre, en conmemoración del establecimiento de la Quinta Normal de San Juan en 1862 por Domingo F. Sarmiento. Desde 2002, esta fecha ha sido adoptada en todo el país gracias a un acuerdo entre el Centro de Enólogos y el Consejo Profesional de Enólogos de San Juan, aunque Mendoza ya conmemoraba a estos profesionales cada 5 de mayo. La Quinta Normal se convirtió en 1939 en la Escuela Nacional de Fruticultura y Enología, reconocida en 2001 como Patrimonio Cultural y Natural de San Juan.

Esta institución es la primera escuela de enología en Argentina y Sudamérica, y ha formado profesionales de distintos países como Chile, Uruguay, Brasil, Bolivia y Paraguay. Actualmente, ofrece la licenciatura en Enología, una carrera de entre cuatro y cinco años que se cursa en las provincias de Mendoza y San Juan. En otras zonas productoras como La Rioja y Salta, la formación es a nivel terciario, mediante tecnicaturas.

Desde 2002, esta fecha ha sido adoptada en todo el país gracias a un acuerdo entre el Centro de Enólogos y el Consejo Profesional de Enólogos de San Juan.
Desde 2002, esta fecha ha sido adoptada en todo el país gracias a un acuerdo entre el Centro de Enólogos y el Consejo Profesional de Enólogos de San Juan.

Anteriormente, los enólogos eran homenajeados el 6 de agosto, día que fue originalmente dedicado a la Enseñanza Agrícola en recuerdo de la fundación del primer Instituto de Agronomía y Veterinaria de Argentina en Llavallol, hoy dependiente de la Universidad Nacional de La Plata.

En diálogo con Ámbito, Rodrigo Serrano Alou, enólogo de la bodega Domaine Bousquet contó: “Es un desafío constante en cuanto a la calidad y la consistencia del vino. Somos los guardianes de una marca y para mí es algo muy gratificante, principalmente porque es mi pasión. El enólogo es el responsable de que, de la bodega para atrás y de la bodega para adelante, esté todo bien. Nuestra tarea es hacer vino, poner el vino en una botella y que llegue al mundo, comunicar en el mundo, viajando y presentando los vinos en diferentes mercados”.

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