Tengo hambre, mucho hambre...Me suena el alma y mi corazón adelgaza; mi espíritu tiene frío y está cansado... Todos nosotros, familiares y amigos de víctimas del tránsito, tenemos hambre de justicia y de que no ocurran más estos penosos sucesos en calles y rutas.
Me pasa a mí, mamá de seis hermosos hijos, dos nietos, Dylan y Sophia...Yo tengo hambre por mi Juan Ignacio que ya no está entre nosotros.
No hay una segunda oportunidad para nosotros, que conformamos un alto porcentaje de una sociedad mutilada, destruida, maltratada y no reconocida, a raíz de los siniestros viales.
L. Carina Quevedo - DNI 21.557.995