Giampiero Parete, uno de los sobrevivientes de la avalancha que se abatió la noche del miércoles sobre Farindola, llora por su familia, atrapada en el hotel de lujo Rigopiano, en el macizo central del Gran Sasso.
"Llora, llora desesperado, está preocupado por sus hijos de 6 y 8 años y por su esposa Adriana", contó Quintino Marcella, restaurador, con el que Parete, de 38 años, ha trabajado por años.
"Giampiero me llamó anoche a las 17H40 horas pidiendo ayuda con tono desesperado. Me dijo, 'se derrumbó el hotel'. Me activé de inmediato, llamé a los socorristas", indicó Marcella a la agencia de prensa Agi, tras permanecer en contacto con su amigo hasta cerca de medianoche.
Parete junto con Fabio Salzetta se encontraba fuera del hotel en el momento del alud de nieve por lo que se refugiaron dentro de un automóvil, que también fue arrastrado por la fuerza de la nieve.
Los dos enviaron mensajes de auxilio con sus móviles alertando de la avalancha, al igual que otros clientes del hotel.
"Me llamó esta mañana para advertirme que lo llevaron en helicóptero a Pescara, está bien aunque muy confundido, no deja de llorar", precisó Marcella.
"Ayuda, ayuda, estamos muriendo de frío", decía uno de los mensajes enviados durante la noche al servicio de emergencia.
La avalancha causada posiblemente por la serie de terremotos registrados la víspera en esa región ha provocado numerosos muertos.
En el momento del siniestro había 30 personas dentro del hotel, entre ellos 22 huéspedes, varios de ellos niños, además de los empleados.
Los equipos de rescate, que tuvieron mucha dificultad para acceder a la zona por las fuertes nevadas y las ráfagas de viento, caminaron numerosas horas.
Hacia el mediodía del jueves habían recuperado un cadáver, extraído de entre los escombros, donde no parecía haber ninguna señal de vida, según los socorristas citados por los medios.
En un tuit, el periodista del diario La Repubblica, Corrado Zunino, cuenta que los socorristas están empleando perros en el interior del hotel.
"Se busca en la zona de la sauna, pero la violencia de la avalancha ha esparcido objetos por cientos de metros", escribió.
Según los pronósticos, se prevé nieve en las próximas 48 horas en las regiones afectadas del centro de Italia y el peligro de avalanchas ha aumentado de nivel.