Rivadavia ¡es corazón! Amor propio. Pasión. Adjetivos que quedan cortos para poder describir lo que se siente en la "capital del básquetbol mendocino" cuando hay una camiseta Naranja y una pelota de básquet. Y cuando el quinteto de Fernando Minelli juega en su estadio, las tribunas explotan. Si el equipo juega mal, no encuentra las opciones en defensa o en ataque, su gente responde y Rivadavia se levanta. Es como si fuera un planeta diferente al básquet de Mendoza.
En el primer juego de la serie playoffs de octavos de final de Conferencia, ante Parque Sur, no fue la excepción. El local estuvo para el cachetazo, desconcentrado. Sin embargo reaccionó y con un doble sobre la chicharra de Stefano Arancibia, un hijo pródigo de la institución, festejó la victoria por 76-74. Inolvidable. Pero no hay tiempo para prolongar la celebración porque hoy se jugará el segundo punto de la serie, otra vez en casa. Es necesario volver a cantar victoria para viajar más que tranquilo a Concepción del Uruguay. Parque Sur, el rival que nadie quería en este cruce, está en el camino del Naranja. Llave más que complicada.
El arranque del juego fue todo de la visita. Parcial de 9-0 y el "Colo" Minelli tuvo que pedir minuto de inmediato para acomodar las piezas. Respondió el conjunto local y se puso en juego. Pero una racha de goleadora de Sieiro y Barón le permitieron al conjunto entrerriano se llevara el primer parcial por cinco puntos: 21-16.
El segundo cuarto fue de rachas. En el Naranja apareció el gol de Coleman y Pérez Neto, pero la visita encontró en Alderete su hombre más efectivo y estiró la ventaja a nueve puntos antes del descanso largo: 36-45. El tercer cuarto se dividió en dos escenas. La primera estuvo a favor de Parque Sur, equipo que sacó la máxima diferencia de 13 puntos.
Sin embargo, todo cambió y la segunda escena favoreció a Rivadavia: triple de Bernardini, triple de Coleman y triple de Alberici. El Brozovix explotaba: 67-70. El último período fue para el infarto. Recién faltando 5'30'' el conjunto de Fernando Minelli pasó al frente por primera vez en la noche con dos libres del cordobés Alberici. Palo por palo. Golpe por golpe y los internos Pérez Neto y Harvey se fueron al banco por cinco faltas.
En ese momento, Matías Bernardini mostró toda su cuota goleadora y el dueño de casa sacó una luz de ventaja de 3 puntos: 74-71, cuando restaban 24’’ de juego. Pero apareció Bolling y metió una bomba de tres puntos desde una distancia de 9 metros. Impresionante. Minuto solicitado por el Naranja y última bola del partido para el conjunto de Minelli. Restaban 16 segundos.
Como si fuera un juego de ajedrez, afuera el pivot Lazcano, adentro el escolta Arancibia. Se apostó por una opción más de lanzamiento. Y la apuesta fue satisfactoria, porque tras un lanzamiento de Grenni que dio en el aro, pelearon el rebote en la zona pintada, y el balón quedó para Arancibi que ensayó un lanzamiento en línea paralela al final de la cancha y con un parábola perfecta, el balón ingresó a pura red. Chicharra y triunfo Naranja. Histórico.