A partir del diálogo mantenido con los empresarios mendocinos de la metalmecánica nucleados en Asinmet, tomé la decisión de presentar en el Senado de la Nación un pedido de suspensión del proceso de licitación y adjudicación del Plan Renovar (Ronda 1), hasta tanto la Auditoría General de la Nación informe si esos pliegos se ajustan a la ley que dio origen a dicho plan.
Desde nuestra visión, el Renovar es un plan que otorga importantes beneficios fiscales a emprendimientos que aumenten la potencia instalada de energías renovables, debiendo dar prioridad absoluta a proyectos de origen nacional. La ley 26.190 que estableció este régimen plantea textualmente en su artículo 12º: “Se dará especial prioridad, en el marco del presente régimen, a todos aquellos emprendimientos que favorezcan, cualitativa y cuantitativamente, la creación de empleo y a los que se integren en su totalidad con bienes de capital de origen nacional. La autoridad de aplicación podrá autorizar la integración con bienes de capital de origen extranjero, cuando se acredite fehacientemente que no existe oferta tecnológica competitiva a nivel local”.
Este artículo tiene plena vigencia, no ha sido modificado ni derogado, corresponde entonces que nos preguntemos si el proceso licitatorio que se está llevando a cabo ha dado alguna prioridad a los proyectos que incluyen componentes locales.
Entre los 105 proyectos que aprobaron la factibilidad técnica en esta licitación, las empresas mendocinas presentaron 6 emprendimientos de energía solar y 2 proyectos de energía eólica. Los proyectos de energía solar mendocinos tienen un componente nacional declarado que supera en todos los casos el 84% (están primeros en el ranking de componente nacional), sin embargo no fueron adjudicados. Cabe preguntarse qué componente nacional tienen los 4 proyectos que ganaron la licitación y recibirán los beneficios fiscales. Uno tiene el 0,50% de componente nacional y los otros tres están en torno al 20%.
En energía eólica se da la misma situación: los proyectos mendocinos están primero y tercero en el orden de componentes de origen nacional, uno de ellos tiene el 100% de industria nacional; los 12 proyectos finalmente seleccionados van desde el 6% y no superan el 20%.
Creo que el ministro Aranguren, fiel a su concepción liberal extrema, no ha priorizado la industria ni el trabajo argentino. Ha tergiversado, en los pliegos licitatorios, el espíritu y la letra de una ley que promueve el desarrollo de la industria y el conocimiento local para generar energía de fuentes renovables. Aranguren va a disponer de partidas por 1.700 millones de dólares durante 2016 destinadas a garantizar incentivos fiscales para el desarrollo de proyectos que no priorizan insumos fabricados en el país y por ende mano de obra local.
El Renovar, en esta primera ronda, ha terminado siendo un negocio financiero a cero riesgo, donde no sólo se entregan beneficios fiscales que casi igualan el monto de la inversión total a realizar sino que también: a) se garantiza que si el privado no puede comprar dólares, girar sus ganancias al exterior o se interrumpe la cadena de pagos por la energía durante 4 meses, entre otras causales, el Estado nacional debe comprarle la planta construida. b) Se amplía el período de los contratos a 30 años, período que excede la vida útil de un generador eólico, por ejemplo; c) se habilita la importación de equipos e insumos a tasa 0. d) Además, por supuesto, de darles la posibilidad de arbitraje en el extranjero, para ir a tocar el timbre de algún Griesa si no cumplimos con las cláusulas leoninas que el ministro les ofrece.
Nuestra provincia cuenta con más de 500 pymes metalúrgicas dedicadas a bienes y servicios, que emplean a 14 mil profesionales y hoy están trabajando por debajo del 50% de la capacidad instalada. El Plan Renovar es una gran oportunidad para revertir esta alarmante situación.
Desde Mendoza debemos tener una estrategia unificada con el Gobernador, así lo venimos reclamando los legisladores nacionales y provinciales, los empresarios y los sindicatos, porque el Plan Renovar tal como está siendo ejecutado no va a generar trabajo argentino ni desarrollo de tecnología nacional.
Tenemos una oportunidad, debemos presionar por todos los medios para que la nueva ronda y la que se licitará el año próximo hayan sido corregidas y se respete la producción de ingeniería local. Esta no es una discusión teórica, los proyectos mendocinos descartados implican la generación de más de 2.500 puestos de trabajo.