Hay que planificar y trabajar por la elección de fines de setiembre, sostienen en el entorno del Gobernador. Dicen que ese asunto es el que ocupa la mayor parte del tiempo en el equipo de estrategas electorales del cornejismo. La premisa es diferenciar el escenario local del que plantearon las primarias del domingo pasado.
Ratifican aquello de que “cada elección es una elección”, concepto de Cornejo el domingo pasado a la noche, cuando aún no había cifras oficiales pero ya se sabía en el reducto de Cambia Mendoza que los resultados no eran favorables: derrota de Macri en la provincia y un resultado más cercano al empate de la lista de diputados encabezada por el Gobernador. Pero caída al fin.
A lo que se refirió Cornejo es al voto cambiante de la gente según qué tipo de elección se realiza. Es cierto: en materia de resultados en primarias, no significaron lo mismo para el oficialismo provincial las de junio, en las que Cambia Mendoza superó al justicialismo, las departamentales de abril en los territorios peronistas que desdoblaron y estas nacionales que parecen haber sellado la suerte de Macri y su proyecto reeleccionista. Por eso hay optimismo en el radicalismo local con respecto a la calificación que den los mendocinos a través del voto.
Pero también es válido contemplar que un problema no menor ante el actual contexto económico nacional es que la elección por la sucesión de cornejo haya quedado inserta en el calendario nacional, un mes antes de las presidenciales que deberán definir si Alberto Fernández es el futuro presidente o si la ilusión macrista de llegar a una segunda vuelta es posible.
Ya se sabe que las perspectivas no son alentadoras para el oficialismo. Los índices inflacionarios como producto de la devaluación de estos días se van a reflejar en los números oficiales de setiembre y habrá que ver cómo responden a las expectativas generales las medidas recientes de la Nación para alentar el consumo y tratar de cambiar el humor social de cara a las presidenciales de octubre.
En medio de ese complicado escenario se posarán las chances del cornejismo de imponer a Rodolfo Suárez como el futuro gobernador.
Como indicábamos antes, en el equipo que acompaña a Cornejo hay optimismo pero nadie puede pecar de confiado. Hay una fuerte apuesta a la eficiencia administrativa de la gestión provincial en estos casi cuatro años, pero también saben que el golpe duro de la economía afectó en el bolsillo a los mendocinos como en todo el país.
Por eso aquello de que cada elección es diferente. El 29 del próximo mes, Cornejo plebiscitará abiertamente su labor y apostará para ello a la línea sucesoria del intendente Suárez. Necesitará que éste, a su manera, con su estilo de hacer política, irradie una sensación de continuidad que no deje dudas al electorado del oficialismo.
En ese encuadre, la estrategia de provincialización de la campaña será cada vez más fuerte. A diferencia del Frente de Todos, que muestra como verdaderos estandartes a sus candidatos nacionales (en la semana está prevista otra visita de Alberto Fernández), el cornejismo apostará a lo realizado y a lo que se pueda prever medianamente en un marco tan incierto como el que se plantea con el proceso electoral nacional.
Por otra parte, ya quedó planteado oficialmente en el oficialismo nacional que para lo que resta del año electoral las prioridades pasarán por mantener la conducción de Mendoza y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si la tendencia que marcaron las PASO recientes se confirma, nuestra provincia y la Capital Federal, junto con Jujuy y Corrientes, serán las cuatro jurisdicciones en manos de la futura oposición.
En el peronismo local, en cambio, creen que la correntada antimacrista que significaron las PASO puede ayudar a recuperar Mendoza y destronar al macrismo en la Capital Federal luego de varios períodos.
La otra cara de Cornejo en la semana fue la de su fuerte presencia nacional. Muchos pensaban que luego de lo del domingo, el Gobernador se encerraría en Mendoza para trazar los lineamientos de la carrera hacia la pulseada con el kirchnerismo de Anabel Fernández Sagasti. Lo hará, como ya se apuntó, pero también quiso estar presente, como titular del radicalsimo en el país, en la semana de catarsis oficialista que provocó la dura derrota a manos del Frente de Todos.
Está claro que el mendocino habló ya casi como opositor. Si bien fue muy cuidadoso de citar a Alberto Fernández como el ganador de las PASO, su llamado a la búsqueda de “consenso político” entre el gobierno nacional y el kirchnerismo expresó su consejo de que la gestión de Macri debe anticiparse al proceso de transición que pueden llegar a fijar las presidenciales de octubre.
En todas sus apariciones públicas, Cornejo tuvo conceptos fuertes. Cuestionó a propios y extraños y hasta tuvo una discusión al aire durante una entrevista televisiva.
Los allegados al gobernador mendocino señalan que nada de lo que hizo en público en la semana surgió de alguna improvisación o que fue fruto de la habitual animosidad que lo caracteriza. Acotan al respecto que hubo una cena de la dirigencia principal de la UCR en la que se determinó una estrategia de participación según las características de cada dirigente. Por ello Mario Negri y Luis Naidenoff, entre otros, estuvieron presentes en la reunión de gabinete ampliado que se realizó en el CCK y en la que Macri y otros referentes arengaron a la “tropa” macrista pensando en el desafío que les espera electoralmente el 27 de octubre.
Fuentes cercanas al gobernador mendocino agregaron al respecto que tanto el cordobés Negri como el misionero Naidenoff fueron siempre muy cercanos al gobierno nacional y por ello se vio con agrado que estuvieran presentes en dicho evento como integrantes del principal aliado del Pro en la coalición aun gobernante. Incluso, al diputado Negri algunas versiones periodísticas lo citaron como eventual integrante del gabinete de Macri si se concretan cambios en los próximos días.
En cambio, Cornejo salió a decir lo que habitualmente dijo desde que se hizo cargo de la conducción del radicalismo. “Siempre fue crítico con algunas medidas económicas, o con la falta de política que muchas veces afectó al gobierno nacional, nunca calló su postura. Forzó cambios y con su equipo dio las bases para medidas que atemperaran el efecto inflacionario. Pero jamás Alfredo dio un paso más allá. Al final, se puede decir que cuando pidió consenso con el kirchnerismo dio pie para el acercamiento que tuvieron en la semana Macri y Alberto (Fernández)”, remarcó con énfasis una fuente muy cercana al Gobernador esforzándose en justificar su protagonismo en estos días.
Todo justifica al Cornejo encendido, o en llamas, que se vio en los últimos días, más allá de alguna crítica desmedida hacia la oposición local. Una suerte de continuidad del ardoroso cierre de campaña ya señalado en este mismo espacio hace una semana y del que fue fuerte protagonista.
El oficialismo local confía en que los mendocinos diferenciarán dentro de poco más de un mes lo que fue la gestión local del desorden de la economía macrista. Y que premiarán el reordenamiento de la administración provincial dispuesto por el actual gobierno. Pero el peronismo unido, y con un escenario tan favorable como el nacional, siempre lo obligará a no confiarse. Por otra parte, al menos a Cornejo las encuestas no suelen mentirle.