Por más que uno lo intente, el rulo siempre vuelve. Así podría definirse la última resurrección de Snapchat, otrora rupturista red social con las historias que después exprimieron Instagram, Facebook y tantas otras. Para regresar a ser el centro de la atención no necesitó de nuevas funcionalidades ni enormes inversiones. Solamente bastó con entretenidos filtros para fotografiarse, lo que repuntó las descargas y el tiempo de uso como en las épocas doradas.
Creada en 2011 por el veinteañero Evan Spiegel como el prototípico nombre "Picaboo", Snapchat tuvo un pico de popularidad tan fugaz como el formato de sus historias. Para 2013, los usuarios mandaban 14.000 millones de fotos y vídeos diarios, mientras que las historias eran reproducidas unas 500 millones de veces al día. Con una valuación estimada en 10.000 millones de dólares estadounidenses, a nadie le sorprendió cuando Mark Zuckerberg asomó su cara sobre la cerca del vecino.
No conforme con tener a Facebook, WhatsApp e Instagram, el multimillonario detectó el potencial de Snapchat e intentó adquirir la aplicación, y obtuvo un rotundo "no" por parte de Spiegel. Pero nada se pierde, todo se transforma. La red social del fantasmita olvidó patentar su "caballito de batalla": Instagram lanzó sus propias historias y le dio la estocada para la derrota.
Desde entonces, Snapchat mantuvo una nada despreciable cifra de usuarios: 190 millones diarios. El 75% tiene entre 13 y 34 años, por lo que aún no pudo penetrar en otros sectores demográficos. Para entender el número, Snapchat supera a Twitter, que mueve a 136 millones.
Como el fenómeno viral que supo ser, la simple incorporación de nuevos filtros fue la clave. Uno permite cambiar el género del usuario y le agrega de rasgos del contrario como barba o pelo corto, y maquillaje o pelo largo. El otro transforma la cara del usuario en la de un bebé. El éxito se vio consolidado por distintas celebridades, que compartieron sus resultados. Quizás el problema es que las imágenes terminaban en Instagram. Por lo que apareció la duda: ¿qué tanto durará la fiebre Snapchat?
La vinculación entre Instagram, Facebook y WhatsApp es crucial para condicionar la expansión de Snapchat en actividad, además que no todos tienen a sus contactos frecuentes en la red del fantasmita. Como las novedades de Snapchat están en cada una, no es imprescindible. Básicamente, los usuarios descargan la app para usar el filtro, la desinstalan y publican el resultado del famoso filtro en la red de confianza.
El panorama, entonces, sigue igual de incierto: el número de usuarios activos en Instagram Stories es tres veces mayor al tamaño de toda la base mensual de usuarios de Snapchat.
Spiegel contra todos
El director ejecutivo de Snapchat no es el más cordial con respecto a sus contrincantes. "Lo que la gente está experimentando en Instagram es que no se siente bien con sí misma. Se siente terrible, tiene que competir por la popularidad", disparó en la conferencia DealBook de The New York Times, en referencia a la obsesión por el 'like'.
Contra Google y Facebook, también tiene sus argumentos. Recientemente, la Unión Europea aplicó la Regulación General de Protección de Datos (GDPR) que hace más transparente y más fácil de controlar para los usuarios el acceso que estas plataformas tienen a la información de sus clientes.
“Si sos un pequeño editor y querés publicar anuncios en tu página web, es muy difícil hacerlo por tu tamaño, porque no tenés una plataforma gigante de anuncios, así que es posible que quieras conectarte a Google, por ejemplo, o a Facebook. Y si lo hacés, básicamente vas a tener que decirle a tus clientes que estás vendiendo tus datos a Google o Facebook”, reclamó Spiegel.