Smata: un pintoresco barrio al sur de San Rafael

Casas con jardines cuidados, calles con árboles con frondosas copas que ayudan a refrescar en verano hacen del barrio Smata, uno de los más pintorescos del sur de la ciudad de San Rafael. Ubicado entre las calles Antártida Argentina, Las Heras, Irene Curie y San Lorenzo, es un conglomerado de gente trabajadora que cuida con esmero sus propiedades.

El barrio fue parte de una operatoria realizada por Smata (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor) a través del banco Hipotecario, y fue entregado en varias etapas.

Dentro del mismo, y cuando se entregaron en una segunda etapa unas 100 viviendas, también recibieron sus llaves unas 50 familias que si bien estuvieron dentro del barrio, su operatoria respondió al plan sismo luego del terremoto de Godoy Cruz de 1985.

Estas casas se entregaron en 1989, tenían 48 metros cuadrados cubiertos, con todas las divisiones pero sin puertas internas y sin sanitarios, sólo el inodoro. "Cada uno tuvo a pulmón que ir terminando su casita, comprando las puertas, haciendo el cierre perimetral", comentó a Los Andes, María Isabel Arroyo, una de las vecinas del barrio.

Tampoco contaban con un revoque fino, por lo que los adjudicatarios se reunieron y acordaron con Smata pagar por mes para que  se hiciera el yeso de las mismas. "De a poco todos fuimos haciendo mejoras y ampliaciones. Al año siguiente tuvimos el gas natural, gracias a que entonces teníamos una unión vecinal que trabajó mucho por el barrio", contó.

Actualmente no hay muchos niños porque "los que eran pequeños cuando vinimos al barrio crecieron". Y agregó: "Es un barrio tranquilo, los vecinos no estamos metidos unos en las casas de los otros pero estamos atentos a lo que le pasa al de al lado, en especial cuando vemos algún movimiento raro, por ejemplo".

Por esta razón, y alertados por  el incremento de la inseguridad, unos diez vecinos tomaron la decisión de colocar cámaras de seguridad en la calle.

De esta manera estos equipos filmarán y grabarán en forma permanente todo lo que suceda en los frentes de las viviendas, y cada vecino podrá monitorear a través de Internet lo que suceda en la calle, y en su patio, aunque esto es opcional.

"Entre los vecinos nos cuidamos, si escuchamos un ruido nos llamamos por teléfono y si bien no hay muchos casos de inseguridad lo mismo existen", afirmó Gimena. "Hace poco a uno de los vecinos le rompieron la puerta del frente a las 10 de la mañana", explicó.

Así, de este modo será el primer barrio abierto de San Rafael en contar con cámaras de seguridad colocadas por los mismos vecinos y no por el gobierno. "Ya compramos el material y tenemos un listado de teléfonos para alertarnos entre todos".

"Nosotros llegamos al barrio hace unos ocho años y nunca hemos tenido problemas con los vecinos", aseveró Gimena. Sí lamenta que el trecho donde se encuentra su calle es de tierra y por esa razón hasta hace poco no entraban el camión y las máquinas municipales que realizan la limpieza de las calles en forma periódica.

"Nos dejaban un poco de lado, pero ahora pasan. Aún así tenemos una nube de tierra permanente cada vez que pasa un vehículo, que por más que intentamos regar temprano enseguida se seca", contaron los vecinos de la calle Los Cipreses.

Como ellas, muchos vecinos aseguran que la tranquilidad caracteriza a este barrio de gente trabajadora, que trata de mantener sus casas arregladas. "Tenemos todos los servicios, nunca nos quedamos sin agua porque tenemos un pozo propio, así que no sufrimos ese problema como otros barrios de San Rafael", indicaron.

Aún así afirman que para que  las calles sean más seguras habría que podar un poco los árboles, ya que las ramas han tapado las luces, como también sería bueno tener más luminarias o más nuevas.

"Entre todos los vecinos tratamos de hacer cosas para que el barrio esté mejor, como por ejemplo un espacio donde no hay posibilidad que se construya y queremos ver si se puede parquizar, que se haga una placita para los chicos",  dijo Gimena.

"También estamos trabajando en el tema del sentido de las calles porque eran todas doble mano y era un lío", agregó. "Ya se cambió el sentido de varias, pero todavía hay gente que pasa en contramano, no se acostumbra".