Ya hay una vieja historia entre Skay y San Rafael. El Ingeniero Beilinson –su padre– fue uno de los responsables de la construcción de los diques de la zona.
De “El Tigre”, por ejemplo. Y el músico regresó a esa tierra cruzada por ríos y referencias paternas cuando, durante la dictadura, se refugió en el distrito de Cuadro Benegas para fundar una comunidad con la Negra Poli y Claudio Kleiman, el pionero del periodismo del rock.
Ahora, ese chamán escénico que fue la mitad de un mundo redondo vuelve a pisar San Rafael para dar el único recital en Cuyo del año.
Solista
Nacido en La Plata el 15 de enero de 1952, no sólo fue la mitad artística de Los Redondos, una de las bandas más convocantes y populares del rock nacional sino que, luego de la separación ricotera en 2001, siguió capitaneando su propio barco sonoro.
Junto a los Fakires, Skay tripuló su primer álbum solista denominado “A través del mar de los sargazos” (2002). Incluyó la canción “Oda a la sin nombre”, uno de los temas emblemáticos de su etapa como solista.
En la travesía también grabó “Talismán” (2004), “La marca de Caín” (2007), “¿Dónde vas?” (2010), “La Luna hueca” (2013) y “El Engranaje de Cristal” (2016).
Heredero de un linaje oscuro y un aura zen, el guitarrista de la banda que generó el pogo más grande del mundo, va directo al corazón de la noche. Y sí, tiene talismanes: una banda sólida y una compañera incondicional del rock, Poli.
Expulsado del paraíso - como todos- Skay exorciza. Una vez dijo: "Vivimos en esta especie de sueño que el mundo materialista nos pone delante de los párpados, vivimos como zombies, haciendo mal a veces sin querer, estúpidamente".
Y cuando le preguntamos de qué manera el rock puede recuperar una noción de belleza y honestidad, respondió: “El rock, como contracultura, dejó de ser. Fue fagocitado por el sistema, de una manera voraz. Prefiero pensarlo más como un antídoto, como un espacio de encuentro”.
Humano y transhumano, así piensa ese contacto en la comunión del recital. Y eso es lo que espera pase hoy, en el Sur mendocino.
Mitologías
Las canciones de Skay engendran mitologías propias, nocturnas. En ese sentido, “La doble marca”, último tema del disco “La marca de Caín”, nos habilita un portal: “Te vi buscando / siempre buscando / a otro paria como vos / otro cainita / tan que no encaja / alguien como vos y yo”.
¿Cuál es el signo de la hermandad, entonces? Skay respira largo y retrocede: "Cuando Caín mata a Abel, su hermano, Dios lo echa de su presencia, y la condena es convertirlo en un vagabundo, un extranjero, un errante sin lugar. Para distinguirlo - y protegerlo de los demás- le pone una marca. Con todo ese drama encima, nace la civilización".
De modo que, retomando el mito, Skay insiste sobre la condena terrenal y la complicidad que nace entre los declasados.
“La doble marca implica, además, el reconocimiento del otro, una señal que nos identifica con una misma nación o una misma familia”, agrega.
No es el único guiño místico que tira Skay: en el disco, hay referencias al Tarot (“Arcano XIV”, es uno de los temas donde la lírica sintetiza los opuestos) y hay, además, una referencia a un libro antiguo que figura en todas las historias de la magia: “El asno de oro, de Apuleyo”. “Es un libro increíble”, describe el autor, “por eso tomé el personaje de Meroe, que es una bruja que atiende en una cantina”.
En su último disco, “El engranaje de cristal”, brilla el tema “La procesión”: su conmovedora lectura de la música celta/gallega y la épica de la Guerra Civil Española ("Sólo encontraron espanto, vienen penando/Todos volvieron vencidos/Todos toditos")
¿Pensaste en algún momento en dejar la escena, en callar la guitarra?, le preguntamos en un pasado no tan remoto. "Nunca - respondió- es que todo lo demás lo hago mal; en mi vida he hecho muchas cosas (jardinero, chofer, trabajador rural); me veo sólo en la música".
En 2002, al editar “A través del mar de los Sargazos”, el ex guitarrista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota fusionó varias vertientes de exploración.
Empuñando su instrumento en una simbiosis de beatnik, de trovador y de narrador épico que cruzaba líricas sangrantes con acento tenebroso y altas dosis de sarcasmo.
La incertidumbre “estimulante” que significó el comienzo de su carrera solista caló en una actitud y una música que sigue considerándose “ inclasificable”.
Fuera de las canciones, Skay habla poco: tal vez porque su interés está, más bien, en el núcleo de esta noche. Ahí, lo sabemos, encenderá su guitarra.
La Ficha
Skay en Mendoza
Día y hora: hoy, a las 21
Lugar: Polideportivo N° 2 (San Rafael)
Entradas: anticipadas en Mohicano Rockería (Galería Caracol, Ciudad de Mendoza) hasta hoy a las 12. Valor $550 En taquilla: $650
Las puertas del polideportivo se abrirán a las 19.30. El recital comenzará a las 21 con la banda local Cactus.