Antes del streaming, del on demand, de “veo lo que quiero cuando quiero”, era cuestión de agarrar el control de la televisión y navegar entre algunas señales norteamericanas para buscar alguna distensión, un programa descontracturado y por supuesto, divertido.
Las sitcom ocupan un lugar valioso para muchos fanáticos: la empatía con situaciones de una similitud ilusoriamente cotidiana y una trama sencilla, nos acerca más fácilmente a los personajes y sus historias, con un solo objetivo: el de reírnos.
Muchos recordarán a la clásica serie protagonizada por Fran Drescher. La protagonista de "La Niñera" participará, según confirmó Variety, del piloto de una nueva entrega. "Unisured", la nueva tira de Fran, no tiene fecha de grabación prevista pero en caso de ser confirmada, Drescher volverá al mundo de las sitcom donde supo cómo brillar.
Ahora, ¿qué es lo que pasa con este formato? Grabaciones de no más de veinte minutos, pero con un gran número de episodios por temporada (también éstas, de gran cantidad), las comedias de situación perdieron terreno frente al consumo crecientemente esporádico del streaming. Las comedias son más cortas en cuanto entregas (como máximo, diez episodios) y revisten de conflictos de épocaque se juega más por un consumo seguro, a explorar en temáticas innovadoras.
Durante su apogeo entre la década del noventa y el dos mil, series como "The Office", "Seinfeld" y "Friends" se llevaban todo el rating. Las fórmulas eran casi las mismas, reunían a un grupo de amigos o de compañeros de trabajo a vivir las situaciones más descabelladas, manteniendo cierto margen entre la ficción y la realidad. Hoy en día las tramas van un poco más allá, metiéndose con cuestionamientos más existenciales (bien posmodernos) y otros temas de actualidad, como la política y las relaciones amorosas.
Por supuesto, eso ya no lo vemos tanto en la televisión. Grandes empresas como Warner y Fox se la están jugando por otros géneros. El mundo DC y Marvel está siendo explotado al máximo, y parece funcionar. En el caso de Fox vimos como revivió la clásica tira "Will & Grace", que no hace más que acercar a sus seguidores la melancolía de la mejor época de la ex pareja, sin presentar mucha novedad.
Lo interesante persiste en el streaming. En su afán de concentrarlo todo, Netflix tiene uno o dos productos interesantes que salvar. Uno es el caso de "Love", una tira "romanticómica" que trata de no ser el típico melodrama, y le sale bien. Mickey (Gillian Jacobs) y Gus (Paul Rust) viven una relación dispareja antes los ojos de la sociedad, pero la química que desatan entre sí es exponencial. Una chica rebelde e inestable emocionalmente se encuentra con un nerd divertido y culto para potenciarse entre sí, avanzando desde la amistad hasta descubrir que se necesitan uno a otro.
Otra que acierta es "The Good Place". Una suerte de humanización del cielo y el infierno entra en conflicto cuando Eleanor (Kristen Bell) llega al paraíso por un supuesto error. Junto a otros tres personajes, cruzará el análisis del bien y el mal, la moral y las acciones de un buen samaritano. Mientras indaga en los temas más abordados por históricos filósofos, como el existencialismo o el utilitarismo, el guión navega entre chistes zonzos, de una risa más absurda, pop y cinematográfica.
Un casi clásico de la plataforma es la historia de Kimmy Schmidt. Es lo más parecido a las tradicionales sitcoms por varias cuestiones. Su última temporada hizo que llegara a un total de 51 episodios, siendo esta cuarta entrega la última de la serie. "Unbreakeable Kimmy Schmidt" se centra en la historia de una mujer que, luego de ser rescatada de las garras de una secta apocalíptica, intenta adaptarse a un nuevo estilo de vida en Nueva York. La mano creadora de Tina Fey se nota y fuerte: un humor estruendoso, propio de la guionista, revisando temáticas que rodean al mundo de la mujer como es el feminismo, las oportunidades familiares y las relaciones en el trabajo.
Julia Louis-Deyfus ("Seinfeld") protagoniza la exitosa comedia de HBO. "Veep" tendrá este año su séptima y última temporada, mostrando al personaje de Julia, Selina Meyer, en plena campaña para la presidencia de los Estados Unidos. Galardonada por la Academia televisiva (Emmy), la tira nos muestra la historia de una senadora que pasa a ser vicepresidenta de dicho país y lograr comprobar que funciona como una buena sátira de la política estadounidense.
Una que viene de la mano de la extraordinaria guionista que es Marta Kauffman ("Friends") es "Grace & Frankie". En ella las estupandas Lily Tomlin y Jane Fonda tienen que lidiar con el hecho de que sus maridos son gay y las abandonan para casarse. Este envío es el ejemplo de que la típica sitcom no desaparece.
No hace mucho tiempo, Netflix sumó a su catálogo una comedia de la televisión canadiense producida por la CBC Television, "Workin'Moms". El argumento trata de cuatro madres que, habiendo acabado su licencia por maternidad, deben volver al mundo laboral, sin dejar lidiar con los problemas de la reciente maternidad. La crítica dio una doble devolución. Por un lado, rescataron la habilidad de visualizar las problemáticas de la maternidad en un nuevo siglo. Pero, ¿de quién son esos problemas?, de una clase acomodada que está lejos del trajín de los "de a pie".
