El sistema de la NSA permite “hallar una aguja en un pajar”, accediendo todos los días a las redes telefónicas, internet, servidores de correos electrónicos y redes sociales del 'target'.
En un gráfico, por ejemplo, se ilustró toda la red de comunicaciones de Rousseff y sus asesores, cuyas comunicaciones también fueron intervenidas. Fue “una infiltración simple y eficiente que permite tener datos que no están disponibles de otra forma”, se leía en parte de las láminas mostradas por Globo, que destacaron que la práctica “puede ser repetida”.
“Está muy claro con estos documentos que el espionaje fue hecho, porque ellos no están discutiendo eso como una cosa que se está planificando, están celebrando el éxito del espionaje”, comentó Greenwald, que vive en Rio de Janeiro.
El espionaje a Peña Nieto, que asumió el poder en México en diciembre pasado, se hizo mientras era candidato a la presidencia y favorito en las encuestas. Se obtuvo acceso además de sus correos electrónicos y llamadas telefónicas, a sus mensajes de texto.
En la presentación se mostraron mensajes intervenidos en los que Peña Nieto adelantaba nombres de posibles ministros. No se mostró ningún ejemplo de mensajes de Rousseff.
La NSA celebró que pudo infiltrar las comunicaciones de Brasil y México, a los que califica de “objetivos de alto perfil”, que conocen de actividades de espionaje y tienen sistemas de protección para sus redes.
En julio, el diario O Globo, basado también en documentos de Snowden, reveló que Brasil formó parte de una red de 16 bases de espionaje operadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que intervinieron millones de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
Cardozo se reunió esta semana en Washington con el vicepresidente estadounidense Joe Biden para discutir estas otras denuncias.