El régimen sirio, inmerso en una guerra con la rebelión, aseguró ayer que elegirá el momento para responder a los ataques israelíes contra su territorio, que causaron 42 muertos, lo que hace temer un conflicto regional.
La ONU y Rusia, uno de los aliados de Bashar al Assad, advirtieron del peligro de una escalada regional tras los ataques aéreos israelíes contra posiciones militares sirias el viernes y el domingo cerca de Damasco, y las amenazas de Irán y el Hezbolá libanés, importantes apoyos del gobierno sirio.
En un nuevo balance del ataque del domingo, una ONG informó de al menos 42 soldados sirios muertos y un centenar de desaparecidos.
"Siria responderá a la agresión israelí pero elegirá el momento de hacerlo. Esto quizá no ocurra inmediatamente, ya que Israel está en estado de alerta", dijo ayer un responsable sirio, quien precisó: "Vamos a esperar, pero responderemos".
Ante el temor a eventuales represalias, Israel desplegó dos baterías antimisiles en el norte del país, ordenó el cierre del espacio aéreo en esta zona hasta anoche y reforzó las medidas de seguridad en sus embajadas.
Un responsable israelí afirmó que los ataques estuvieron dirigidos contra un depósito de armas iraníes destinadas al Hezbolá, el poderoso movimiento chiita libanés protegido de Irán y aliado del gobierno de Bashar al Assad.
Además, afirmó que su país no permitirá ningún traspaso de armas al movimiento libanés, contra el que Israel luchó en 2006 sin lograr doblegarlo.
Un legislador israelí cercano al primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que la meta de Israel es "mantener armas de avanzada lejos de Hezbollah y evitar tensiones con Siria".
"Así que si hay actividad, entonces es sólo contra Hezbollah y no contra el régimen sirio", dijo Tsahi Hanegbi a Radio Israel.
Hezbollah disparó unos 4.000 cohetes contra Israel durante una guerra en 2006, y el Estado judío cree que el movimiento islamista libanés posee decenas de miles de misiles.
Sin embargo, el canciller sirio, Wallid al Moallem, reafirmó ayer la posición de su gobierno de que los ataques israelíes buscan envalentonar a la insurgencia que quiere derrocar a Al Assad desde hace más de dos años, en el marco de un conflicto cuyas víctimas mortales ya superan las 70.000, según cálculos de la ONU.
"La agresión criminal israelí contra sitios de Siria demuestra la naturaleza de los objetivos que vinculan a Israel con los grupos terroristas de Siria", dijo el canciller durante una conversación telefónica con su par de Rusia, Serguei Lavrov, según informó la agencia de noticias estatal siria SANA.
Al Moallem acusó a Israel, Estados Unidos y Europa occidental de querer debilitar a Siria y de complicidad en el derramamiento de sangre y la violencia en su país, agregó SANA.
"Siria tiene el derecho, conforme a la ley internacional (...), de responder a tales agresiones", añadió el canciller.
Ataques, amenazas y eventuales represalias pueden dar un giro al conflicto, que ya desbordó al país con enfrentamientos en sus fronteras y con más de un millón de sirios refugiados en los países vecinos. Rusia consideró que los ataques israelíes pueden provocar una escalada, con el riesgo de que surjan "focos de tensión en los países vecinos", en particular en Líbano.
Según el Kremlin, el presidente ruso, Vladimir Putin, se entrevistó telefónicamente con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que actualmente se encuentra en China en visita oficial.
Por su lado, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, habló por teléfono con su homólogo sirio, Walid Mualem. Según la agencia oficial siria SANA, le habría informado de su temor a que se produzcan "acontecimientos fuera de control".
La Unión Europea también mostró su preocupación por que se propague el conflicto.
La confusión reina en la cuestión de la utilización de las armas químicas. "Según los testimonios que hemos recogido, los rebeldes utilizaron armas químicas y recurrieron al gas sarín", declaró Carla del Ponte.
Sin embargo, la Comisión de Investigación Internacional Independiente sobre Siria, auspiciada por la ONU, afirmó ayer que "no ha logrado los resultados que le permitan concluir que han sido utilizadas armas químicas por las partes en conflicto".
Por su parte, Washington afirmó no tener informaciones sobre el uso de armas químicas por parte de los rebeldes.
Derriban helicóptero
En tanto, la insurgencia derribó un helicóptero militar en el este de Siria y murieron los ocho tripulantes, en tanto que las fuerzas del presidente Bashar Assad combatían a los rebeldes dentro de una extensa base militar aérea en el norte por segundo día consecutivo, dijeron activistas.
La destrucción de la aeronave constituyó una victoria para los rebeldes que luchan por derrocar a Assad debido al estancamiento en que ha caído el conflicto en los más de dos años que van de la guerra civil sin que ninguno de los bandos tenga capacidad para asestar un golpe decisivo.