Al menos 48 personas perecieron y decenas han resultado heridas ayer en un nuevo atentado en suelo sirio, esta vez perpetrado desde un camión bomba en el norte del país, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Un vehículo cisterna cargado de combustible hizo explosión frente a los juzgados y un mercado de la ciudad de Azaz, localidad siria fronteriza con Turquía, que permanece bajo control insurrecto.
El balance mortal podría aumentar en las próximas horas al hallarse numerosos restos sin identificar.
La mayoría de los caídos son civiles, aunque se identificó los cadáveres de al menos seis combatientes rebeldes. Líderes locales acusaron al Estado Islámico de la matanza, que no ha sido reivindicada por ningún grupo aún.
Debido a su proximidad con la frontera turca, Azaz, dentro de la castigada provincia de Alepo, se ha convertido en una importante ruta de abastecimiento tanto para yihadistas como para los rebeldes.
La pequeña ciudad ha sido objetivo de varios ataques terroristas reivindicados por el EI, que en octubre dejó 19 muertos en dos atentados con coche bomba. Un mes más tarde, otras 25 personas murieron en un ataque contra una sede insurrecta. Agencias
