Integrantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) cubrieron su huida del bastión de Manbech llevándose con ellos 2.000 civiles como "escudos humanos", mientras dejaban atrás unos pocos combatientes contra la alianza kurdo-siria que con apoyo de EEUU proclamó la toma de esa localidad próxima al límite entre Siria y Turquía.
Mientras tanto, la aviación siria y su par rusa golpeaban las posiciones de los rebeldes en Alepo, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG pro oposición siria, que tiene su sede en Londres y una red de informantes en Siria.
Los miembros del EI que huyeron con los rehenes fueron expulsados por las denominadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza kurdo-siria que cuenta con apoyo de Estados Unidos, y al retirarse dejaron algunos grupos que oponían dura resistencia a la coalición.
La retirada se produjo en unos 500 vehículos, en dirección a Yarabulus, también al Noroeste de Alepo, por un corredor seguro que no había sido anunciado previamente.
La salida se acordó gracias a una “mediación civil”, con la condición de que no se anunciara de forma oficial, añadió el OSDH sin dar más detalles.
La conquista completa de Manbech se produce casi dos meses y medio después de que, el 31 de mayo, empezara la ofensiva contra la localidad. Durante esa batalla murieron 1.765 personas en Manbech y sus alrededores, de los cuales 438 eran civiles (105, menores de edad y 55, mujeres).
De esos civiles, 203 murieron por bombardeos de la coalición internacional encabezada por EEUU y 235 por ataques del EI y bombardeos de las FSD, que a su vez perdió 299 integrantes. También fallecieron 1.019 miembros y cabecillas del EI en ataques de aviones de la coalición internacional y en enfrentamientos con las FSD en la ciudad de Manbech y sus alrededores.