Los aviones rusos realizaron 59 salidas y atacaron 94 blancos en 24 horas en las provincias de Hama, Idleb, Latakia, Alepo, Deir Ezor y en la región de la capital, Damasco, según un comunicado del ministerio de Defensa en Moscú.
El ejército afirma además haber atacado un total de 285 objetivos en 164 salidas de sus cazabombarderos en los últimos tres días. Según la fuente, un depósito de municiones del Frente al Nosra, rama siria de la red Al Qaida, fue destruido en la provincia de Damasco.
Tres posiciones fortificadas del grupo yihadista Estado Islámico (EI) también fueron alcanzadas por un aparato Su-25 en Salma, en la provincia de Latakia, y también fue destruido un taller de armado de vehículos militares en la provincia de Hama, según la misma fuente.
La aviación rusa afirma además haber destruido una base del EI y un puesto de mando en la provincia de Alepo y atacado a varios convoyes que transportaban municiones y combustible.
El ministerio también desmintió que durante sus bombardeos fuera alcanzado un hospital de campaña en Sarmin, en la provincia de Idleb, como afirma la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
Rusia asegura que sus objetivos son posiciones del EI y otros grupos “terroristas”, que ataca a pedido de Damasco, mientras que Washington y sus aliados afirman que sus bombardeos tienen como blanco principal a los grupos rebeldes moderados que se oponen al régimen de su aliado, Bashar al Assad.
Por su parte, Estados Unidos y su coalición contra el grupo Estado Islámico (EI) no realizó ataques aéreos en Siria en los últimos tres días.