Singapur, capital del país insular del mismo nombre, es una ciudad llena de contrastes, donde se combina el futurismo con herencias milenarias; la naturaleza con lo urbano; el lujo con la sencillez, en un escenario de entendimiento multicultural del cual pocos países pueden presumir.
Aunque, por encima de todo, el tigre asiático es una capital vibrante que exuda poderío económico y contagia entusiasmo ¿Parece perfecto? Y es que cuando se trata de Singapur todo puede serlo.
Muchos siglos y 50 años de independencia
Ubicada en el Sudeste Asiático la estratégica posición geográfica de esta isla -punto de encuentro de dos mares- le auguraría un futuro prometedor, que no estaría exento de vaivenes pero terminaría finalmente por concretarse en lo que hoy es una de las capitales financieras más importantes, no sólo de su hemisferio sino del mundo.
Conocida desde sus orígenes -hacia principios de la era cristiana- como Temasek, fue rebautizada en siglo XIV con el nombre que en la actualidad la conocemos. El príncipe Srivijava la llamó singapur, que significa "Ciudad del león", por un gran ejemplar de esta especie que el monarca avistó en la selva.
Con los descubrimientos y el advenimiento de la era industrial, la isla dejaría de ser considerada como un punto remoto y su valiosa posición en el mapa comenzaría a mirarse con otros ojos.
Serían los ingleses quienes en 1819, a través de Sir Thomas Stamford Raffles, izarían sus banderas en esta tierra que dejó así de ser un paraje de pescadores para convertirse en un importante puerto, en el cual la apertura del Canal de Suez en 1869 jugaría un papel no menor. Bombardeada e invadida por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, en 1946 se proclamaría nuevamente colonia británica.
En 1959, la primera elección soberana iniciaría el camino hacia la independencia, que se concretaría en 1965.
Hoy, 50 años después, Singapur posee una de las economías más competitivas del mundo, se ha convertido en un país cosmopolita donde prima la diversidad cultural, en un territorio que conoce su pasado pero avanza hacia el futuro a paso firme.
Tres pueblos, un país
El aeropuerto de Changi -considerado uno de los mejores del mundo- augura el alto estándar de perfección del país. Sin embargo, lo que llama la atención de quienes llegan por primera vez es la mixtura cultural.
La diversidad, que recuerda a las publicidades que la marca italiana Benetton popularizó durante los 90, rápidamente se percibe en los carteles escritos en las 4 lenguas reconocidas por la Constitución como oficiales: chino mandarín, malayo, tamil e inglés.
El resultado de tal combinación es una ciudad excitante, elegante, ancestral, respetuosa y exigente que se traduce en una variedad de barrios, templos, restaurantes, museos y tiendas que terminan por dar forma a tanta pluralidad en un territorio de 718 kilómetros cuadrados (teniendo en cuenta el espacio que le han ganado al mar), similar en superficie al departamento de Maipú en nuestra provincia.
Tres barrios para no pasar por alto
Con más del 74% de su población de origen china, el Chinatown de Singapur es un fiel reflejo del legado que esta cultura ha dejado en la isla. Paso obligado para los viajeros, alterna en sus animadas calles puestos de comidas, templos y tiendas, con los más diversos objetos que van desde trajes típicos, amuletos, medicinas naturales hasta imitaciones de carteras de marca.
Además es el sitio perfecto para poner a prueba el paladar occidental y animarse a probar nuevos sabores (a precios accesibles) como el char siew -barbacoa de cerdo al estilo cantonés- o un mooncake (en español, 'pastel de luna') que consiste en un dulce de hojaldre redondo, relleno de pasta de semillas de loto con corazón de yema de huevo de pato.
Sin duda, llamarán la atención del viajero el templo hindú Sri Mariamman que, además, es el más antiguo del país y la mezquita Jamae Chulia. Ambos ubicados en Chinatown, son muestras de la diversidad cultural que se vive en sus calles.
Mientras, Little India, como su nombre lo indica, es el barrio dedicado a esta comunidad y un colorido hervidero de negocios. Aquí, la oferta va desde delicadas telas y saris hasta dispositivos tecnológicos, pasando por inciensos, especias y venta de joyería de oro.
Todo tiene un precio, aunque se permite regatear. Si se le ha hecho tarde para una compra, no se preocupe: el centro comercial Mustafá se encuentra abierto 24 horas.
En Serangoon Road se ubica el templo hindú más antiguo de este barrio: Sri Veeramakaliamman. Siéntase en India por un momento, mientras pasea por este pintoresco distrito.
En Kampong Glam, una de las primeras zonas de Singapur en ser habitada, encuentra su lugar la comunidad musulmana.
La Mezquita y el Palacio del Sultán, son algunos de los atractivos que ofrece el barrio cuando de historia se trata.
Para disfrutar de la gastronomía árabe, en la calle Baghdad se concentra la mayoría de los restaurantes dedicados a esta cocina. Si va tras la búsqueda de pashminas, lámparas turcas o alfombras, en la calle Arab las encontrará.
Presente y futuro
Si Chinatown, Little India y Kampong Glam remiten a las ancestrales culturas de la isla, hay otra zona que concentra las facetas de las finanzas y el lujo, el rostro más contemporáneo y cosmopolita del país.
Con una arquitectura de avanzada, Marina Bay transmite una identidad moderna. Altísimos rascacielos y tiendas súper exclusivas, marcan el pulso de esta zona, que se ha convertido en el escenario de los íconos recientes de la ciudad.
Uno de ellos es el complejo Marina Bay Sands: tres torres que culminan en el piso 57 con un parque al aire libre de 12.400 metros cuadrados, que se ha transformado, no sólo en uno de los miradores más concurridos de la ciudad, sino también en la postal más famosa de este distrito y el país.
Por 380 dólares, el viajero puede hospedarse en el hotel y acceder a la piscina del skypark que presume de ser una de las mejores del mundo.
Cuando se trata de compras, la calle por excelencia es Orchard Road. Esta moderna y arbolada avenida condensa cadenas internacionales, centros comerciales y grandes hoteles. Funciona, además, como un punto de encuentro y paseo obligado para turistas y locales.
Boat Quay, antaño el centro financiero de Singapur, en nuestros días concentra gran número de bares y restaurantes, lo que lo convierte en el sitio perfecto para dar por terminado el día y empezar a vislumbrar la animada noche que tiene cita aquí.
Flora y fauna
No sólo de su diversidad étnica, la civilidad de sus ciudadanos, sus pulcras calles y su pujante economía hace gala Singapur. La variedad de su flora y su fauna es otro de sus orgullos. Gardens by the Bay es un importante parque botánico que se emplaza en una de las zonas que este Estado le ha ganado al mar y que cuenta, avalado por el libro Guinness, con el invernadero acristalado más grande del mundo llamado Flower Dome.
El zoológico de Singapur, que alberga alrededor de 315 especies de animales en una frondosa superficie de 28 hectáreas, es una recomendable experiencia para conocer a exóticos animales como el tigre blanco o el hipopótamo pigmeo, entre otros.
El parque ofrece también la posibilidad de hacer un divertido safari nocturno y presenciar, al caer el día, especímenes de la jungla tropical que se caracterizan por estar más activos al anochecer.
Información
Marina Bay Sands
www.marinabaysands.com.sg
Gardens By the Bay
www.gardensbythebay.com
Zoológico de Singapur
www.zoo.com.sg
Safari nocturno
www.nightsafari.com.sg