El paro nacional dispuesto por las CGT y la CTA opositoras replicó en Mendoza las características de otras medidas de fuerza anteriores: se registró una visible disminución de la actividad a la que en buena parte de los sectores contribuyó más la ausencia de usuarios y consumidores antes que al acatamiento o adhesión de los empleados.
Donde más se resintió la prestación de los servicios por ausencia de trabajadores fue en los bancos, las estaciones de servicio y el transporte público de pasajeros. Aunque, en el resto de las actividades, pareció haber más movimiento que en la protesta anterior, que se hizo el 10 de abril.
En el sector financiero la huelga avanzó sobre bancos privados y no se redujo como en otras ocasiones al Banco Nación. En las estaciones de servicio se registró un alto acatamiento aunque no faltaron bombas de combustibles y de gas que -sobre todo en Guaymallén- funcionaron normalmente durante toda la jornada y debieron atender largas colas de vehículos.
A lo largo del día se hizo perceptible la disminución de los servicios de transporte público de pasajeros aunque en horario de mañana la prestación superó el 20 por ciento de emergencia previsto por Autam.
En las escuelas el ausentismo laboral fue mínimo, aunque las clases se vieron resentidas por las dificultades de acceso de los docentes y por la caída en el nivel de asistencia de alumnos.
La actividad fue normal en las clínicas privadas mientras en los hospitales públicos y centros de salud el acatamiento fue dispar: alto en los hospitales Notti y Central y menor en Carrillo y nosocomios departamentales. En todos los casos la presencia de pacientes se vino a pique y la prestación de los servicios básicos fue respetada por los profesionales médicos y personal de apoyo.
En la Administración Central y en Tribunales cayeron tanto las prestaciones como la asistencia de usuarios. En tanto en el sector de transporte de cargas un centenar y medio de camioneros se concentraron frente a la destilería de YPF.
La ciudad ofreció un paisaje acorde con una cantidad de vehículos sensiblemente menor a la de los días habituales. La mayor parte de los comercios abrió sus puertas, aunque en este sector también se registró una caída en la presencia habitual de clientes.
Las marchas organizadas por la CTA opositora y el FIT en Mendoza (Colón y San Martín y Municipalidad de Guaymallén) provocaron niveles menores de congestionamiento vehicular en calles menos utilizadas y tuvieron un nivel de asistencia menor a las que los mismos organizadores llevaron a cabo un día antes.
El paro de ayer fue impulsado por los sindicatos enrolados en las CGT moyanista y barrionuevista y en la CTA opositora en reclamo de nuevos aumentos salariales antes de final de año y en contra del Impuesto a las Ganancias sobre los mayores sueldos.
Enrolados en este espacio se encuentran los poderosos sindicatos de Camioneros, Gastronómicos, Micros y Ómnibus, Bancarios, ATE, Ampros y Judiciales.
Mientras, en la CGT Caló y la CTA Yasky y el sector independiente (opuestos al paro) militan el SUTE (salvo en Godoy Cruz), docentes privados, metalúrgicos, comercio y ATSA, entre los más fuertes.
Por último, la jornada de ayer transcurrió en forma pacífica sin que se registraran incidentes importantes.