Sin sanciones, Irán vuelve al mundo

Ayer entró en vigencia el acuerdo entre las potencias y la nación persa, de 79 millones de habitantes y rica en petróleo y gas. Tras demostrar que su plan nuclear es pacífico, Irán podrá acceder a créditos y productos.

Sin sanciones, Irán vuelve al mundo

Los presidentes de Irán y Estados Unidos saludaron ayer la entrada en vigor del acuerdo nuclear histórico entre Teherán y las grandes potencias, aunque nuevas sanciones decididas por Washington atemperaron el optimismo de los últimos días.

El presidente iraní, Hasan Rohani, aseguró que se abre una “nueva página” entre Irán y el mundo, tras la entrada en vigor del acuerdo nuclear y el levantamiento de sanciones internacionales impuestas durante años a su país.

Este acuerdo, suscrito en julio con las grandes potencias, se oficializó con el visto bueno de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), cuyo jefe, Yukiya Amano, viajó ayer a Teherán para certificar que Irán había cumplido al garantizar la naturaleza estrictamente pacífica de su programa nuclear.

En un discurso, el presidente estadounidense, Barack Obama se dirigió ayer a los iraníes, llamándolos a “crear nuevos lazos con el mundo”, y alabó el “progreso histórico” que suponía el acuerdo.

Paralelamente, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, anunció que Estados Unidos devolverá a Irán 400 millones de dólares de deuda y 1.300 millones en intereses, en cumplimiento del dictamen de un tribunal internacional, con independencia del levantamiento de las sanciones, lo que dará a Teherán acceso a miles de millones de dólares en créditos.

El acuerdo, negociado por Irán con el grupo de potencias 5+1 (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia, China y Alemania), está considerado uno de los mayores éxitos de la política internacional del presidente estadounidense, Barack Obama, y de su homólogo Rohani.

Liberados viajan a Alemania 
Simultáneamente, al calor del acuerdo, Teherán y Washington esbozaron un acercamiento y habían anunciado la liberación de los cuatro irano-estadounidenses detenidos en Irán, entre ellos el periodista del Washington Post Jason Rezaian, a cambio de siete iraníes detenidos en Estados Unidos. "Nosotros, los iraníes, tendemos la mano al mundo en señal de paz y, dejando atrás todas las hostilidades, sospechas y complots abrimos una nueva página en las relaciones de Irán con el mundo", declaró Rohani.

El acuerdo supone el inicio de un acercamiento entre Estados Unidos e Irán, que rompieron sus relaciones en 1980. Pero también genera descontento entre los aliados tradicionales de Washington en la región, como Arabia Saudita e Israel (ver aparte), que temen la influencia de la potencia chiita. Sin embargo, ayer el Tesoro estadounidense anunció nuevas sanciones ligadas al programa de misiles balísticos de Teherán, dirigidas contra cinco ciudadanos iraníes y una red de empresas.

No obstante, tres de los cuatro ex prisioneros irano-estadounidenses liberados en el marco del intercambio anunciado, partieron anoche desde Ginebra hacia una base norteamericana en Alemania, tras llegar desde Irán en un avión suizo.

El presidente iraní quiso acallar críticas internas y destacó que “el acuerdo nuclear no supone la victoria de una tendencia política”, en un mensaje a los medios ultraconservadores que se oponen a él. “Ahora que las sanciones están levantadas es hora de construir el país”, agregó. Rohani afirmó además que quienes eran escépticos sobre los beneficios del acuerdo nuclear “estaban equivocados”.

“Sólo algunas horas después de la entrada en vigor del acuerdo, más de 1.000 líneas de crédito han sido abiertas por diferentes bancos extranjeros, lo que prueba que los escépticos estaban todos equivocados”, dijo.

Las sanciones internacionales han afectado gravemente a la economía de Irán, un país de más de 79 millones de habitantes con grandes recursos petroleros y gasíferos. Los medios económicos internacionales están listos desde hace varios meses para volver a Irán, que posee las cuartas mayores reservas de crudo del mundo y las segundas de gas. Irán, un país de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), podrá volver a exportar libremente su petróleo.

Escepticismo interno sobre los beneficios que llegarían

El levantamiento de las sanciones financieras y económicas internacionales impuestas desde hace años a Irán debería relanzar la maltrecha economía del país, pero comerciantes y consumidores se muestran escépticos sobre los beneficios que obtendrán a corto plazo.

Las sanciones, adoptadas en 1979 por EEUU, en 2006 por la ONU y en 2007 por la Unión Europea, tuvieron repercusiones considerables en la economía iraní y redujeron fuertemente el nivel adquisitivo de los consumidores.

La inflación anual ha caído al 13% desde la llegada al poder del presidente Rohani en 2013, pero antes de esa fecha, había llegado alcanzar el 40%. A pesar de la mejora, la economía iraní sigue en recesión, con un crecimiento cercano del 0%.

Además, numerosos comercios y fábricas han echado el cierre en los últimos meses, según los medios, y se han producido varios movimientos de protesta por los salarios entre los trabajadores.  Por ello, aunque en teoría la economía iraní tendría todo que ganar con el fin de las sanciones, tal y como predica desde hace dos años Rohani, no todos se muestran tan optimistas.

Para Mohamad Ehsani, un comerciante del bazar de Teherán, la apertura de la economía iraní es ante todo sinónimo de desastre. “Los negocios empeorarán”, afirma categórico.

“Llevará años y numerosas compañías locales quebrarán en el perÍodo de transición”, lamenta, diciéndose asfixiado por impuestos anuales de 7.000 dólares.

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