En el primer día de sesión del Senado, luego del receso de verano, la polémica por los 80 trabajadores de planta temporaria despedidos del Casino, se trasladó al recinto.
Básicamente, la falta de acuerdo entre el FpV y la UCR llevó a que esta primera fuerza se retirara ni bien se izó la bandera. Esto hizo que la Cámara se quedara sin quórum y la sesión, sin temas trascendentes en su agenda, se viera suspendida (hubo algunas faltas en la UCR).
En los hechos, mientras Parés daba a conocer la agenda de Cornejo, los bloques de Diputados y del Senado del FpV llevaban adelante una intensa reunión por el tema Casino con autoridades del sindicato UPJyCM.
Allí se resolvió usar la única herramienta legislativa que tiene la oposición: los pedidos de informe, para indagar sobre los despidos y la fiscalización que debió realizarse a los casinos privados durante el fin de semana pasado. Pero el problema se presentó en una “cuestión legislativa” que develó, una vez más, la pelea política de fondo.
El FpV, al salir del recinto, dijo que la UCR se negó a tratar el pedido de informe y que se retiraban. Pero en el oficialismo dieron su versión. Según explicaron, la presentación se hacía a viva voz, sin un número de expediente, y la oposición no participó de la labor parlamentaria para presentar el texto desconocido.
¿Qué decían los pedidos de informe? El más polémico requería que el Ejecutivo explicara cómo se procedió a la fiscalización en las salas privadas que funcionan en la provincia y que el Instituto de Juegos debe inspeccionar.