Como parte de la nueva etapa de aislamiento (identificada como fase cuatro) y luego de la flexibilización para ciertas actividades, el Gobierno de Mendoza autorizó a aquellas mujeres y hombres que se dediquen al trabajo doméstico en casas particulares a retomar sus actividades. Lo hizo por medio del decreto provincia 613, publicado a última hora del martes.
Al igual que en todas las actividades y rubros que se han exceptuado durante los últimos días, la normativa establece una prohibición para que estos trabajadores y trabajadoras se trasladen en colectivos y otras unidades del transporte público a sus puestos de trabajo. En su lugar, se recomienda en ese sentido que lo hagan en vehículos particulares, bicicletas o incluso caminando. "De no ser posible, el empleador deberá disponer los medios de movilidad para su personal doméstico", especificaron desde el Ejecutivo.
"El decreto es muy claro. Hay muchas chicas que normalmente van a trabajar caminando; ellas van a poder movilizarse llevando consigo la declaración jurada de Salud, pero quienes se movilicen en micro -que son muchas trabajadoras del rubro-, no van a poder usarlo. Por otro lado, he estado en contacto con muchos empleadores que han manifestado que no tienen problemas en pagar un taxi para el traslado, o en coordinarlo con sus propios vehículos. Aquellos que no puedan hacerse cargo del traslado o que no lo hagan porque consideran que no les corresponde, tienen que saber que deben seguir abonándole a las trabajadoras en esta etapa", destacó la encargada del sindicato de la Unión de personal de auxiliares de casas particulares (UPAC) en Mendoza, Lorena Pereyra.
Pese a las restricciones, la vocera consideró que el decreto es muy positivo. “Hay gente que necesitaba urgente volver a trabajar. Es bueno que se autorice la vuelta a la actividad, con las medidas necesarias”, opinó.
Además, los trabajadores deberán disponer de su tapaboca y de sus elementos de limpieza. Estos últimos tienen que ser provistos por cada empleador, y deberán garantizar que serán de uso exclusivos para estos empleados y empleadas. "Es importante aclarar que aquellas compañeras que estén en grupos de riesgo, que tengan hijos chicos a los que cuidar o que tengan una enfermedad de base siguen estando exceptuadas de su trabajo. Esto no significa que los dueños de las casas donde trabajan tengan que dejar de pagarles, todo lo contrario", aclaró.
Conflicto en puerta
La encargada local del sindicato reconoció que el apartado referido al traslado puede traer algunos inconvenientes al momento de articular el regreso a las actividades. "Confío en que entre el empleador y el o la empleada tengan voluntad de encontrar la solución. Muchas empleadas de casas particulares usan el colectivo, lamentablemente, pero espero que en este contexto y dadas las circunstancias, pueda coordinarse otra forma de traslado y haya un acuerdo", sintetizó.
Pereyra destacó además que pese a la obligatoriedad de mantener el pago por los servicios durante el aislamiento; en Mendoza hubo trabajadoras que fueron despedidas o a quienes les recortaron el sueldo en los últimos dos meses. "Sabemos que hay muchas amenazas y presiones, y nuestra función es mediar entre los trabajadores y quienes los contratan", apuntó.
