Mañana de furia en ATE. Si alguien dudaba que había un quiebre entre la anterior secretaria general del gremio, Raquel Blas, y el actual, Roberto Macho, ayer quedó demostrado que la fractura existe y que se declararon la guerra.
Él acusó a Blas de haber desviado fondos del sindicato a su cuenta personal; ella denunció que Macho usa al gremio para otorgarse prebendas como la contratación de su hermano Pablo Macho y de la esposa del jefe sindical Adriana Iranzo, y que Macho e Iranzo acosan al personal de ATE, motivo por el cual hay dos denuncias en la Justicia.
Hace casi un año Roberto Macho y Jorge Chávez asumían la conducción de ATE Mendoza; ayer Chávez convalidaba las denuncias de Blas contra Macho.
Esto implica que la ruptura no es sólo entre la anterior conductora y el actual, también alcanza a la mesa directiva que conducirá el sindicato hasta noviembre de 2019.
Macho convocó a los medios a las 10 en la sede de ATE. Arrancaba diciendo que había recibido del Banco de la Nación “informes que dan pena, ha habido transferencias del dinero de los afiliados de nuestro sindicato ATE Mendoza a cuentas personales de distintos dirigentes sindicales con mucho prestigio”.
Luego explicó que los códigos bancarios para operar las cuentas del sindicato los tienen el secretario general y el secretario de finanzas y uno no puede mover fondos sin la autorización del otro.
El informe bancario habría dicho que los movimientos fueron hechos por el secretario de finanzas de la anterior gestión de ATE, Jorge Rotella, y que para hacer esos movimientos se habría usado la clave de Raquel Blas.
En total, Macho habló de 70 mil pesos que se movieron en los últimos meses, cuando ya él era secretario general.
“Ayer (por el miércoles) hemos radicado una denuncia penal por administración fraudulenta y defraudación por abuso de confianza en el manejo de las cuentas por parte de Raquel Blas y Jorge Rotella”.
Luego dijo que hubo “hechos de violencia; me han ido a golpear, han ido a escrachar a mi familia y a mis hijos, los buscaron en la propia escuela; en las denuncias han intervenido ministros de la Provincia”, y agregó que han hecho dos denuncias por violencia de género contra gente vinculada a Blas, aunque no fueron identificados quiénes son y que crearon el Departamento de Violencia de Género e Institucional en el gremio para que se ocupe de los casos internos y también de los que se produzcan en las reparticiones del Estado.
“Tenemos que pedir a la compañera Raquel Blas, que tenga la delicadeza de dar un paso al costado, dedicarse a la política partidaria, que es lo que eligió el año pasado, y que deje a los trabajadores conducir el sindicato”, dijo al cerrar la conferencia.
Dos horas después fue el turno de Blas en un café de la Peatonal. Respecto de la denuncia penal por desvío de fondos la dirigente dijo que se presentará en la Fiscalía con “el extracto bancario de mis cuentas personales, donde va a quedar muy claro que lo único que cobro es el sueldo, y sin ítem aula”.
Mientras decía esto, Blas agitaba una copia de la nota presentada ante el Banco Nación el 5 de noviembre del año pasado, en la que se informaba que ella y el ex secretario de finanzas Rotella renunciaban a los códigos bancarios y que había que darles unos nuevos a Macho y al actual secretario de finanzas Cristian Páez.
Por la tarde, Blas mandaba por correo electrónico el resumen de sus movimientos bancarios.
Allí estaba Jorge Chávez, el histórico delegado de ATE en la Empresa Provincial de Transporte (EPTM) y actual secretario adjunto de Macho. Chávez contaba que la esposa de Macho, Adriana Iranzo, estaba contratada en el gremio y también lo estaba el hermano del conductor, Pablo Macho.
“Nada se ha tratado en comisión administrativa. Son medidas unilaterales que él toma”.
Luego Raquel Blas decía que “no se puede funcionar sin las reuniones periódicas de la comisión administrativa, las hemos pedido, no hemos tenido respuesta. Por eso estamos pidiendo al Ministerio de Trabajo que intime al secretario general a convocarlas”.
Luego habló de dos denuncias en la Unidad Fiscal de Capital, por el “calvario que han estado viviendo algunas compañeras y la impunidad con que el secretario general y su esposa se siguen manejando”.
Entonces Blas se refirió al quiebre: “Las internas pueden existir, y son sanas. Lo que no se puede hacer en ATE es tomar decisiones unilaterales, desconocer los cuerpos orgánicos, usar el sindicato para prebendas personales, vivir haciendo de la cortina de humo y de la mentira una práctica permanente y encima ejercer violencia de género”.
Entonces explicó que van a juntar firmas de afiliados para pedir una asamblea extraordinaria y “que los afiliados evalúen las conductas de la comisión administrativa de ATE. No se ha dado la cara, es necesario darles explicaciones a los afiliados”.
Una de las conductas a evaluar es el incidente en Walmart.
“Le creímos que había un hecho de persecución, le creímos que un policía de mala manera lo había intimado, fuimos con el abogado a formular la denuncia contra el policía. Le dijimos que podía haber cámaras, que no nos mintiera. Después aparecieron los videos. De ahí en adelante, la credibilidad de ATE está seriamente afectada”.
Conflicto sin retorno a un año de la asunción
El lunes, Los Andes informaba que el actual conductor había dejado el espacio de la lista Naranja (vinculada al Partido Obrero, fuerza que albergó las esperanzas de Blas de ser senadora nacional) y que se había acercado a la histórica Verde Anusate, que hoy conduce ATE nacional con Hugo “el Cachorro” Godoy a la cabeza
Hace un año, Roberto Macho y Jorge Chávez se preparaban para asumir la conducción de ATE y Blas estaba transitando sus últimas horas como secretaria general.
Habían pasado un proceso electoral duro que culminó en setiembre con una victoria de la lista Naranja. El festejo no fue completo, porque la entonces conductora del gremio quiso ser legisladora nacional por el Partido Obrero (PO) y no lo logró.
Pero Blas sí había logrado retener el gremio para su delfín Macho, quien asumió el 9 de noviembre de 2015, en un acto del teatro Selectro.
Para los entendidos de la política es inevitable que el nuevo líder quiera despegarse de la sombra del anterior líder; para ejemplos baste mencionar a Néstor Kirchner, lo primero que hizo fue sacarse de encima a la figura de Eduardo Duhalde; lo mismo cabe para Julio Cobos, quien se despegó de Roberto Iglesias a los dos años de mandato.
Algunos le llamarían “matar a los padres”, para poder construir un camino propio.
El problema es que Macho tuvo algunos hechos que lo debilitaron. Raquel Blas lo menciona sabiendo que la mención duele: el pan pellizcado en Walmart es un estigma que no saldrá fácilmente y desligitima al conductor del emblemático gremio estatal.
