Las ahora ex autoridades del SUTE deberían volver a sus cargos docentes a partir del miércoles pasado, pero pidieron a la Dirección General de Escuelas tomarse las vacaciones adeudadas en los últimos dos años; entre los que hicieron la solicitud de licencia están el ex secretario general Adrián Mateluna y la ex secretaria adjunta Liliana Chávez. Según el ex secretario de Administración y Actas del gremio docente Reinaldo Panella, el trámite es legal y común para quienes dejan un cargo en el gremio, después de haber cumplido un mandato de 4 años.
El Ejecutivo ya respondió y rechazo el planteo a través de la resolución 662 de la Dirección de Recursos Humanos de la DGE. El ministro de Gobierno Dalmiro Garay dijo sobre el pedido sindical: “Se entiende que no hay posibilidad de darles vacaciones después de gozar de licencia gremial; no hay forma de comprobar si se tomaron vacaciones mientras estaban en el gremio”, dijo el ministro.
El trámite se inició el 26 de junio pasado, cuando ingresó la nota a mesa de entradas de la Dirección General de Escuelas. Allí se solicita se otorguen “las vacaciones no gozadas del secretariado provincial y secretariados seccionales del SUTE, atentos a que a partir del 24 de julio de 2017 finaliza su gestión”. En todos los casos el pedido se hace contando desde el 26 de julio.
Con la nota se adjuntan las planillas de los docentes que deberían volver al aula, pero que piden las vacaciones no gozadas durante su mandato.
Según explicó el ex secretario Panella, la licencia gremial dura cuatro años, pero que “al terminar el mandato se pueden reclamar hasta dos años para atrás”, de acuerdo al régimen de licencias previsto en la ley 5.811, en el artículo 38.
En ese artículo no dice nada respecto de vacaciones no gozadas por docentes en licencia gremial, pero sí se establecen las reglas de las licencias anuales.
Luego de la nota firmada por Panella y presentada en la DGE, aparecen las listas de los ex funcionarios sindicales que buscan recuperar sus vacaciones. El listado está compuesto por 58 secretarios del SUTE, algunos desconocidos para el público y otros renombrados dirigentes que dejaron sus cargos ante la nueva conducción que encabeza Sebastián Henríquez.
Entre los que solicitan las vacaciones no gozadas está el secretario general Mateluna, quien reclama 56 días de licencias adeudadas por sus dos cargos y 18 años de antigüedad, uno en la escuela 1.203 Juan Cornelio Moyano, y la 1-208 Lisandro Aguirre, ambas del departamento de Maipú.
También está la ex secretaria adjunta Chaves, quien reclama 70 días que le corresponderían por los 30 años de antigüedad que ostenta como docente; Chaves tiene un solo cargo en la escuela albergue 8-382 Francisco Rizutto, ubicada en la localidad El Forzudo, de Lavalle.
En el listado también está la ex prosecretaria de Derechos Humanos del SUTE Cristina Raso. En la presentación sindical no aparecen antigüedad, ni días que le corresponden; apenas aparece una leyenda que dice “tramitado”, de acuerdo a Reinaldo Panella esa aclaración indica que la solicitud habría sido hecha personalmente por Raso.
Panella indica que se presentó la nota en DGE y también se ha presentado una del mismo tenor en cada uno de los establecimientos en los que se tienen el cargo reservado las ex autoridades del SUTE. Esa presentación debe hacerse cinco días antes de tomarse la licencia, por lo que debe haber sido presentada la semana anterior.
“Los directivos de las escuelas dicen que desde el lunes se empezó a llamar desde la DGE para indicar que no se otorguen las licencias porque les han planteando que van a estudiar caso por caso”, explicó Panella a Los Andes, para luego indicar que “estamos esperando que la DGE se expida por escrito con los argumentos por los cuáles se rechazan las vacaciones no gozadas”; la promesa de Panella es ir a con el reclamo a la Justicia laboral.
Desde el Gobierno, el ministro Garay recuerda que a las ex autoridades del SUTE se les ha pagado el sueldo durante todo el tiempo que estuvieron ejerciendo sus cargos en el gremio y “no hay forma de comprobar si se tomaron vaciones”, mientras estaban en el SUTE. En realidad esa frase indica que tampoco los sindicalistas pueden probar que no se tomaron vacaciones. El viernes se conoció que la DGE ya rechazó la petición de los sindicalistas.