El Banco Central (BCRA) anunció que terminó diciembre sin posiciones abiertas en el mercado de futuros de dólar.
Según lo que informó el organismo al Fondo Monetario, al 28 de diciembre tenía una posición de futuros u$s 3600 millones, que fue desarmando hasta llegar a no tener ningún contrato abierto.
El Comité de Política Monetaria (Copom) argumentó que pudo deshacerse de ese stock debido al "aumento en la demanda de pesos".
"El tipo de cambio redujo su volatilidad tanto en el mercado contado como a término. Particularmente en el mercado de futuros, dada la menor demanda, el BCRA no renovó los contratos previamente ofertados, por lo que su posición en dicho mercado cerró en cero al fin de 2018", informó.
Fuentes del BCRA comentaron que la entidad logró desarmar esas posiciones dejando caer los contratos que tenían fecha de vencimiento en octubre, noviembre y diciembre.
Así, el stock de u$s 3600 millones de fin de septiembre quedó en u$s 1640 millones hacia el 30 de noviembre, según lo informado al FMI. A fin de año, en tanto, el organismo que preside Guido Sandleris ya no tenía stock de futuros.
La novedad es que el desarme se logró sin empujar hacia arriba la cotización del dólar ya que la divisa se mantuvo relativamente estable en el último trimestre del año.
A modo de ejemplo, el tipo de cambio mayorista promedio había sido de $ 38,59 en septiembre mientras que en diciembre, con el desarme de posiciones ya realizado, promedió $ 38,89.
Luego de las fallidas operaciones con futuros durante el mandato de Alejandro Vanoli - actualmente procesado por las ventas de esos contratos- al frente del BCRA, la gestión de Federico Sturzenegger se había mantenido al margen de esta operatoria.
Recién en mayo de 2018, inmerso en plena crisis cambiaria, el entonces titular de la autoridad monetaria cedió y volvió a operar futuros de dólar para tratar de domar las expectativas.
Durante la breve gestión de Luis Caputo al frente del BCRA, la mesa de operaciones de la entidad estuvo mucho más activa en el mercado de futuros.
Dichas intervenciones fueron incrementando el stock de contratos hasta llegar a los u$s 3600 millones a fin de septiembre, cuando asumió Sandleris.
En el primer acuerdo con el FMI, el Gobierno se había comprometido a mantener hasta diciembre una posición de futuros igual o menor a los u$s 3600 millones de fines de septiembre e ir reduciendo su exposición a este mercado a partir de 2019. Al mismo tiempo, se obligó a enviar información diaria al FMI sobre los contratos de futuro abiertos.
Si bien el BCRA consiguió desarmar futuros antes de lo esperado, la entidad no tiene obligación alejarse definitivamente de ese mercado, en el que puede participar sin estar condicionado por la zona de no intervención.
Reservarse una carta
Dado que las operaciones a término permiten fijar un sendero de tipo de cambio sin necesidad de usar reservas porque se realizan en pesos, algunos analistas creen que se reservará la potestad de vender contratos más adelante, si es que el calendario electoral lleva incertidumbre al mercado cambiario.
"Hoy no hay más venta de futuros del Banco Central porque hay expectativa de dólar planchado, pero el organismo se guarda munición porque dentro de unos meses, cuando se caliente la campaña, no podrá intervenir con dólares spot dentro de la zona de no intervención (debido al acuerdo con el FMI) pero sí podrá hacerlo vendiendo futuros", sostuvo Miguel Zielonka, director de Econviews.
Un operador completó la idea: "Con el régimen de bandas de flotación es menos necesaria la intervención en futuros, pero es un arma que el BCRA tiene y, con posición cero, los demás saben que puede entrar".
En otra mesa se animaron todavía a más. "Si el tipo de cambio sigue muy cerca de la banda inferior de la zona de no intervención, el BCRA podría cambiar su estrategia y pasar a comprar contratos en lugar de venderlos. Así, apuntalaría el precio", aventuraron.