Para su primer viaje intercontinental como presidente, Mauricio Macri planea otro gesto simbólico como señal de la austeridad que pretende para los funcionarios de su Gobierno: volará en avión de línea al Foro Económico de Davos, en Suiza.
Ayer se terminaba de definir cuál era la mejor ruta aérea para llegar a la idílica aldea del cantón de los Grisones en los Alpes suizos. No hay vuelos directos desde Buenos Aires, por lo que el Presidente deberá combinar uno o más aeropuertos.
Una posibilidad era volar a San Pablo y de allí en Swiss a Zurich. El viaje no sería en turista ni en primera clase. “Business sería lo ideal”, decían ayer cerca del despacho presidencial.
La idea original era que los ministros Marcos Peña, Susana Malcorra y Alfonso Prat-Gay viajasen antes, también en avión de línea, para participar de las reuniones previas con empresarios, diplomáticos y funcionarios y que Macri estuviese en Davos sólo el día 21.
Pero ante los diferentes pedidos de audiencia y para maximizar la posibilidad de contactos en ese cónclave de alto nivel en el que un mandatario argentino no participa hace 13 años, el Presidente anticiparía su llegada un día.
A la comitiva se sumarían el vocero Iván Pavlosky, el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo, Sergio Massa como representante de la oposición y pocos más.
El Presidente decidió pasar a retiro el Tango 01, un Boeing 757/200 con 24 años de antigüedad (lo compró Carlos Menem) que viene arrastrando diversos problemas operativos, tiene poca autonomía de vuelo y altos costos en combustible. La intención es venderlo. Pero saben que no será fácil encontrarle un comprador.
Mientras se termina de definir en estos días el nuevo jefe de la Agrupación Aérea (a cargo de los aviones y helicópteros presidenciales), el secretario general, Fernando de Andreis, pidió que vuelvan a entrenarse los pilotos que perdieron horas de vuelo en los últimos años cuando Sergio “Potro” Velázquez, el piloto de confianza de los Kirchner, monopolizó los viajes en los Tango.
Macri desea para sus traslados un avión ejecutivo más chico y moderno. “Pero no vamos a gastar una locura en un avión nuevo.
Queremos ver si aparece una oportunidad con un avión usado”, confiaron en Balcarce 50. “Si no es así, no compraremos nada”, aseguraron.
Mientras tanto, el Presidente utilizará el Tango-10, un Learjet 60 de la Fuerza Aérea, para sus vuelos de cabotaje y a países cercanos y optará por aerolíneas o el alquiler de un jet pequeño cuando deba viajar a destinos más lejanos.