Los 45.000 deportistas que tiene registrados la Confederación Mendocina de Deportes (Comede) en sus cincuenta disciplinas asociadas significan un porcentaje muy bajo de la población y entonces uno debería preocuparse: ¿por qué estamos frente a un población a la que no le interesa el deporte?
La realidad indica que esa es una foto errónea de la realidad, ya que debe haber una cantidad similar o mayor de mendocinos que sí realizan actividad deportiva, sólo que lo hace por afuera de las estructuras de federaciones y asociaciones y eso debería preocupar a los dirigentes.
Algo han hecho o están haciendo para incentivar esta situación y no contener a esa masa de público que está por fuera del sistema.
Con más de 50 equipos, la Liga 8 de hockey sobre césped de Godoy Cruz es una de los ejemplos más claro de lo que digo. El certamen que nació hace tres años, con apenas un puñado de equipos, ha tenido un crecimiento espectacular y hasta consiguió que algunos planteles de Mamis hockey, que en un momento formaron parte de la Asociación, decidieran jugar allí.
Allí también uno puede encontrar a ex jugadoras y un sinfín de principiantes. Hasta ha conseguido que equipos como Gimnasia y Esgrima, que formó su equipo hace muy poco tiempo, decidiera anotarse aquí y no participar en el certamen “oficial”.
Pasa también mucho con el fútbol y especialmente el femenino. Los torneos de Al Toque Lady (tiene 40 equipos y entre ellos a dos históricos de la provincia como Independiente Rivadavia y Gimnasia y Esgrima) o Wingfest (12 equipos femeninos y 32 de hombres), son algunos que reciben a las chicas todos los fines de semana para que estas despunten el “vicio”.
No se entiende como esas chicas no son captadas por la Liga Mendocina de Fútbol y de esa manera potenciar una actividad que hace un tiempo era vista como machista y hoy tiene mucho glamour.
Si uno recorre los diferentes departamentos pasa algo similar con los varones. No hay ninguna localidad en la que no haya un torneo de fútbol. Sólo por dar algunos ejemplos, Godoy Cruz tiene uno que reúne a 23 equipos y en Luján se agrupan 18 equipos femeninos.
La realidad es que hay miles de chicos que no son contenidos por los clubes, en los que se procura la calidad y no la cantidad. No es ninguna novedad que los técnicos de las inferiores se preocupan más por los resultados de hoy y no por el trabajo social que pueden realizar.
Lo que si hacen otras entidades que tienen un sólo secreto, dar sensación de pertenencia a toda esa cantidad de gente. Y esto no tiene que ver con lo económico, porque muchas veces el gasto es similar. Tiene que ver sí con no solamente pensar en el resultado.
Hoy muchos también han encontrado en el running una actividad que le da satisfacción y que participan de distintas maratones, pero la actividad no está regulada y por ello no se cuentan con registros. Aunque los grupos de entrenamiento oficien como clubes y generen la sensación de pertenencia.
Hace tiempo la Dirección de Educación Física, de la Dirección General de Escuelas, había realizado un estudio antropométrico de los estudiantes de la provincia, el que fue ofrecido a las Federaciones para que pudieran encontrar talentos.
Así, un club de basquet o voley podía saber que chico iba a tener las condiciones físicas para realizar ese deporte y poder pulirlo. “Lo importante es que sea alto, a jugar se le enseña después”, se asegura siempre.
Se pedía sólo que los chicos tuvieran una beca en las diferentes instituciones. Esto hizo que no se prosperara con la propuesta, al menos en forma masiva.
Una actividad que ha sabido sacar provecho de esa realidad es la Federación de Fútbol de Salón (Fefusa), que hoy por hoy tiene sesenta equipos divididos en tres categorías de varones, dieciocho en femenino, una cantidad similar en seniors y también en juveniles.
De hecho se ha convertido en una de las tres federaciones con más afiliados y esto porque da la posibilidad de que uno tenga menos exigencias para poder competir.
Este crecimiento ha llevado que Mendoza se mantenga como potencia en el país y haya tenido participación importante en el título mundial que los juveniles consiguieron el viernes pasado en Chile.
Otra federación que supo leer la realidad es la de voley, que convivió con varias ligas “independientes” en distintos puntos de la provincia, pero con el correr del tiempo las supo sumar a su estructura.