El equipo muletto de River fue más que el de Racing en el estadio Monumental, pero no logró reflejarlo en el marcador y dejó ir dos puntos que lo hubieran dejado al menos temporalmente en lo alto de la tabla de posiciones.
Sin embargo, los hinchas ovacionaron a Marcelo Gallardo por la última victoria copera sobre Boca Juniors y le exigieron a los jugadores que ganen “cueste lo que cueste” el próximo jueves en La Bombonera, aunque a River le bastaría hasta una derrota por un gol de diferencia, siempre y cuando no se trate de un 0-1, para lograr sin más la clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Tanto River como Racing jugaron con formaciones alternativas porque el jueves afrontarán los partidos de vuelta de los octavos de final frente a Boca y Montevideo Wanderers, respectivamente.
En la competencia doméstica, River venía de perder en La Bombonera el primer Superclásico de la serie de tres, mientras que Racing había vencido a Lanús 2-0 en Avellaneda.
El local produjo en mayor medida, cantidad y calidad que La Academia, sobre todo en el primer tiempo, pero no fue capaz de reflejarlo en goles. Se notó la diferencia de jerarquía entre los suplentes de uno y otro.
En la primera mitad de la etapa se lo vio con mucha movilidad a Lucas Boyé en ataque y Leonardo Pisculichi dio muestras de lo que brindó el semestre último, con explosión y pegada efectiva.
En tanto, Brian Fernández buscó muchas veces una jugada individual desequilibrante para Racing, ya que no encontraba un socio futbolístico.
La chance más propicia para el local se gestó en un tiro de esquina ejecutado por el mismo Pisculichi desde la izquierda. En lo alto se impuso Germán Pezzella, pero su cabezazo fue frustrado sobre la línea por Gastón Díaz. El entrenador Diego Cocca consideró que era inevitable hacer una modificación en el mediocampo y reemplazó a Pablo Alvarado por Marcos Acuña.
Si bien el cuadro de Núñez continuó manejando el balón en el segundo capítulo, no tuvo el mismo ritmo en ofensiva y perdió claridad.
La última posibilidad de conseguir la victoria Giovanni Simeone, tras un desborde y un centro rasante de Gonzalo Martínez que llegó desde la izquierda y siguió de largo.
En la próxima fecha por el torneo local River visitará a Tigre, en tanto Racing jugará el clásico contra Independiente en el Cilindro, pero, por lo pronto, la cabeza de todos está puesta en la Copa.
Un ladrillo más en el muro de la polémica
La polémica por la designación de Darío Herrera como árbitro de la revancha entre Boca y River de octavos de final de la Copa Libertadores sumó un capítulo oscuro al conocerse la cercana relación que el juez tiene con la familia Schiavi.
Nahuel, hijo de Fabio Schiavi y sobrino de Rolando, ex defensor de Boca y hoy entrenador de la Reserva, escribió en su cuenta de Twitter allá por 2013 mensajes de salutación para Herrera por su debut en Primera y luego dio cuenta de un cruce que tuvo en Lincoln, donde viven unos y otros, en el que le dijo tras un partido en el que dirigió a River que había estado muy bien “con las gallinas”.
Por último, fue en Lincoln donde, además, Herrera dirigió el partido homenaje del “Flaco” Schiavi tras retirarse de la actividad profesional.