El Gobierno volvió a dilatar ayer la definición sobre el impuesto al vino en una reunión con el gobernador Alfredo Cornejo y bodegueros en la Casa Rosada, de la que el mendocino no se fue “contento” pero sin bajar los brazos en pos de ganar la batalla.
“No obtuvimos una respuesta, pero nos sentimos escuchados. Hemos dado sobradas razones por las que el vino no es una bebida insalubre”, dijo el mandatario al salir del encuentro en el que también estuvo el sanjuanino Sergio Uñac.
Los gobernadores fueron recibidos por el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, y técnicos del ministerio de Hacienda. El ministro Nicolás Dujovne iba a estar pero se bajó sorpresivamente a última hora.
Ante la falta de definiciones de Cabrera, el gobernador durmió en Buenos Aires para hablarle hoy a solas al presidente Mauricio Macri tras la reunión de mandatarios provinciales que habrá al mediodía en la Casa Rosada por el Pacto Fiscal.
Cornejo está convencido que puede ganar la pelea para que la vitivinicultura no deba pagar un impuesto del 10% y apela a su caudal político y fidelidad al proyecto Cambiemos para que Macri lo escuche y le dé la razón.
El gobernador ya había hablado con el jefe de Gabinete, Marcos Peña; luego llamó a Dujovne y ahora habló con Cabrera. En cada charla, Cornejo rebatió cada uno de los argumentos que ponen los funcionarios nacionales para gravar al vino.
El impuesto había sido diseñado por el secretario de Hacienda, Nicolás Galiani, y anunciado por Dujovne mirando sólo la cuestión fiscal. Después del estallido de la polémica, las explicaciones y la mediación de Cabrera, la discusión se empezó a equilibrar.
La de ayer fue una reunión amena por la que el vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, sólo pasó a saludar. Tras 80 minutos de tomar nota, Cabrera puso fin al encuentro y se fue a hablar a solas a un balcón interno del Patio de las Palmeras.
Cornejo le dijo a Cabrera ayer que en el caso de las gaseosas y las cervezas hay dos empresas por rubros que manejan los mercados, pero en la vitivinicultura hay 800 bodegas, por lo que la competencia es feroz.
Esa competencia, le dijo Cornejo a Cabrera, hará que el impuesto no le sea cargado al consumidor a través del precio en góndola sino que irá directamente al productor de uva, por lo que "van a golpear al campo" donde trabajan miles de personas.
El gobernador considera que el “error sin mala fe” de Galiani y Dujovne fue decir: “si le aumento a todas las bebidas, el vino no puede quedar afuera”. Pero, el vino conforma toda una economía regional en al menos tres provincias: Mendoza, San Juan y Salta.
“Cada vez tenemos menos margen de atajar los golpes”, figuró un alto funcionario de la Casa Rosada al dialogar con Los Andes tras la reunión.
Reconocen en el Gobierno que los argumentos de Cornejo, Uñac y de los bodegueros son certeros. Pero no dan el brazo a torcer con la decisión, al menos por ahora.
Ante la consulta de Los Andes, Cornejo fue tajante: "Yo no quiero que bajen del 10% al 5%. Nosotros, con Uñac, buscamos que el gravamen no exista, sea cero, como ahora. Está en juego la economía de nuestra región".
El 80% del vino argentino va al consumo interno y en otros países como Chile, Nueva Zelanda y Australia el 80% va a la exportación, sin afrontar ningún impuesto por esa venta y con costos de producción muy inferiores. Ese fue otro argumento del gobernador Cornejo.
Este sector exporta actualmente por unos 1.100 millones de dólares anuales pero, según dijo el gobernador, puede llegar a los 3.100 millones en el mediano plazo si la industria se sigue reconvirtiendo.
"Ponerle impuestos internos perjudicaría a ese objetivo de exportar cada vez más", afirmó Cornejo dado que repelería inversiones.
El mendocino ratificó su compromiso con Cambiemos y con el proyecto económico oficial para bajar la presión tributaria, hacer reformas laborales y previsionales, y reducir el déficit fiscal. "Esa es la línea correcta y la que yo apoyo", afirmó.
Opinó el gobernador que “el impuesto interno va a contramano de la línea económica general del Gobierno que es pro inversiones, pro crecimiento, pro cuentas nacionales más saneadas”, afirmó.
Según pudo saber Los Andes, quien más insiste con defender el impuesto es Dujovne, el hombre elegido por Macri para bajar el colosal déficit fiscal con serias dificultades por el sostenido gasto público y la eliminación de tributos al agro y a la minería.
Pero esta batalla no terminó y el mendocino tratará de convencer al propio jefe de Estado. Cornejo está en una verdadera encrucijada y lo dice: “Es una situación incómoda porque yo soy parte de este proyecto, creo en él y lo defiendo. Pero también está en juego mi provincia”.
Martín Kerchner, Ministro de Economía
El ministro de Economía, Martín Kerchner, calificó el encuentro como "excelente" y dio algunos detalles de la reunión.
"El equipo técnico de Dujovne explicó los motivos por los cuales presentaron el impuesto interno al vino. Defendieron su postura acerca de que todas las bebidas con alcohol debían tributar", comentó.
Eduardo Sancho, Acovi - Fecovita
Eduardo Sancho, presidente de Acovi y de Fecovita aseguró que “ha sido una reunión productiva donde se pudo exponer cuál es la posición del sector”.
El empresario se mostró confiado en que el conflicto se pueda destrabar antes de que llegue la reforma tributaria al Congreso. “Es bueno que hubo diálogo y nos escucharon”.
Walter Bressia, Bodegas de Argentina
El presidente de Bodegas de Argentina se mostró conforme tras la reunión en Casa Rosada. “Toda la industria en su conjunto pudo expresar su descontento por este impuesto, que destruirá a muchos productores”.
Además estimó que la intervención de Cornejo será clave para destrabar el conflicto.