Un cierre inesperado. Un parcial de 9-0 a favor del dueño de casa, que liquidó la historia. Y esa racha, no es el fiel reflejo de lo que sucedió durante el 95% del juego. Rivadavia Básquet cayó 68-58 en Carmen de Patagones contra Atenas y volvió a cerrar una gira de visitante con derrotas. Acumula 6 consecutivas en esa condición. No hay tiempo para lamentos.
Ayer, el plantel Naranja pisó suelo mendocino y su cuerpo técnico y jugadores, ya están preparando el partido de próximo lunes a las 21 contra Rocamora en la "capital del básquet mendocino". Después, Rivadavia, tendrá seis días de descanso para pensar en el juego con Estudiantes de Olavarría también en casa.
¿Por qué perdió el Naranja? Porque a partir del tercer cuarto, bajó su intensidad defensiva y creció el volumen de juego de del nigeriano Lotana Nwobo, quien se mostró imparable y convirtió 14 puntos en ese parcial (54-48). Sin embargo, el punto de quiebre del juego, se produjo en el último cuarto, fallaron los sistemas ofensivos de Rivadavia, malas decisiones en los lanzamientos, mucha intensidad del rival en defensa y el equipo de Minelli sufrió una sequía de 5'30'' sin convertir.
En esa desesperación del conjunto mendocino, Atenas de Carmen de Patagones, marcó una racha de 9-0 que sentenció el juego prácticamente. Fiel a su estilo, Rivadavia, nunca tiró la toalla y dejó todo en el parquet, pero el equipo del histórico ex jugador tucumano "Negro" Romano, definió el juego con jerarquía y autoridad y de esta manera, sumó su quinta victoria en forma consecutiva jugando en el estadio Carmelo Trípido Calá.