Con colectivos circulando sólo hasta un 20 por ciento de su ritmo habitual durante una parte del día (especialmente entre las 9 y las 14) y trolebuses aún por debajo de ese nivel, el paro de ayer en Mendoza alcanzó fuerte repercusión en el nivel de actividad general.
La caída se registró tanto en los bancos, hospitales, Universidad Nacional de Cuyo, estaciones de servicio y administración pública provincial (cuyos gremios adhirieron al paro) como en las escuelas, comercios o taxis cuyos sindicatos no se plegaron a la medida de fuerza. Una vez más la ausencia de usuarios se hizo notar por sobre la inasistencia de trabajadores.
Una demostración clara ocurrió en la Escuela Normal Tomás Godoy Cruz, donde se presentó la mitad de los docentes pero sólo asistió una alumna entre 650. El SUTE no se plegó al paro, pero anunció una marcha para hoy porque ayer “no depositaron el sueldo de todos los docentes”.
“El comercio de Mendoza perdió 99 millones de pesos de los 121 millones que vende por día”, estimó la Federación Económica de Mendoza (FEM). El gremio mercantil -con sueldos muy por debajo de los alcanzados por Ganancias- tampoco se plegó a un paro contra el pago de las actuales escalas de ese gravamen.
Por la mañana hubo dos concentraciones de protesta convocadas por organizaciones y sindicatos de izquierda. En San Martín y Colón se mostraron el Partido Obrero (PO) y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) junto al sector que responde a Raquel Blas de ATE. Mientras, en San Martín y Garibaldi estuvieron el Movimiento de Trabajadores Socialistas (MTS), el sector de Carlos Simón de ATE y las conducciones de Fadiunc y Judiciales.
Estos últimos rechazaron el lunes un aumento del 35 por ciento en la paritaria.
La medida de fuerza se llevó a cabo en medio de los habituales cruces de porcentajes contrapuestos. Mientras Rodolfo Calcagni del Sipemom destacó que “hasta las 10 de la mañana hubo una adhesión del cien por ciento en transporte y del 80 por ciento luego; total en bancos, estaciones de servicio y camiones”, el subsecretario de Trabajo, Mauricio Guzmán, remarcó que “más que acatamiento hay que hablar de ausentismo, que en la Administración Central no llegó al 10 por ciento.
En los profesionales médicos llegó al 27 por ciento y en los no profesionales de la salud al 15 por ciento”. En contraposición, Roberto Macho de ATE remarcó que en hospitales y centros de salud “el acatamiento fue total”.
También hubo cruce de cifras sobre el porcentaje de trabajadores que efectivamente pagan Ganancias, es decir que cobra más de 15 mil pesos por mes. En el gobierno dicen que en Salud son 1.800 los aportantes. En contraposición, en ATE afirman que “entre el 70 y el 80 por ciento están afectados”.
Se espera que en los próximos días el Gobierno anuncie un recorte de la base imponible de ganancias en los sueldos públicos más elevados.
