Sin “barril criollo”, en Mendoza se vendió crudo a menos de u$s 12

Como pedían las provincias productoras, el Gobierno nacional oficializó ayer un precio de referencia, que estará en u$s 45.

Sin “barril criollo”, en Mendoza se vendió crudo a menos de u$s 12
Sin “barril criollo”, en Mendoza se vendió crudo a menos de u$s 12

La crisis sanitaria, y sus efectos en la economía mundial, hicieron caer el consumo de petróleo y derrumbaron los precios del oro negro. Y a pesar del ligero repunte que mostró en las últimas semanas, se mantiene por debajo del promedio esperado por los países productores, en alrededor de u$s 30. Sin embargo, para que en Mendoza sea rentable extraer y refinar crudo el precio debería rondar los u$s 49. Por ello la vuelta del "barril criollo", anunciada ayer por gobierno nacional a u$s 45, fue celebrada con reservas.

Desde el Ejecutivo provincial venían reclamando desde el inicio de la cuarentena, e incluso unas semanas antes, para que se definiera un precio sostén para la industria. En la secretaría de Energía de Mendoza estiman que el barril criollo tardó en llegar, porque en las últimas semanas se cerraron operaciones por debajo de los u$s 12.

Según explicó el subsecretario de Minería y Energía, Emilio Guiñazú, esperaban un precio similar al que existía antes de marzo, pero "dadas las circunstancias, este precio es como la cuarentena: no es deseable, y en condiciones normales violaría libertades individuales, pero hoy es necesario". Se estima que Mendoza recibiría $ 2.000 millones en concepto de regalías.

Guiñazú señaló que si bien se defiende a la industria petrolera y a los más de 7.000 puestos de trabajo directos y los miles de indirectos, de forma paulatina habrá que acercar el valor al que se maneja a nivel internacional. De lo contrario, el costo de la energía se trasladará al resto de la industria y ésta quedará en desventaja con respecto a sus competidores en el extranjero.

Ahora bien, el sobrestock y la consecuente falta de espacio para almacenamiento hizo que, por necesidad, algunos operadores aceptaran vender su producción por alrededor de u$s 12 dólares, e incluso se cerraron ventas por u$s 10 el barril. Es por eso que Guiñazú señaló que se debía definir un parámetro de sostén hasta tanto se recomponga la demanda, y que no determine "el fin del sector hidrocarburífero como lo conocemos".

Esta medida acompañará un reclamo que hizo Mendoza a YPF para que "en el término de 72 horas -que se vencen este miércoles- busque un acuerdo entre todos los productores del mercado de petróleo crudo de la refinería de Luján de Cuyo, de modo proporcional a las compras de petróleo crudo realizado en el mes de diciembre de 2019 (…  ), a los efectos de que todas las operadoras de la provincia -19 empresas entre pequeñas y medianas- puedan mantener el volumen mínimo de producción requerido para continuar operando mientras dure la situación excepcional generada por la pandemia Covid-19". 

Así, además del precio de referencia para garantizar operaciones justas, cabrá esperar la respuesta de la compañía para saber si se reanudarán las compras que se suspendieron en abril, cuando la petrolera le comunicó al resto de las operadoras que se dedicaría a refinar su propia producción.

Nuevo barril criollo

El precio del petróleo siempre fue objeto de discusión política. Si nos remontamos hacia el año 2002, después del estallido económico, político y social de diciembre de 2001, encontramos el primer desacople de los precios con las referencias internacionales.

En aquel año, el entonces presidente interino, Eduardo Duhalde, autorizó el esquema de derechos a las exportaciones del petróleo crudo del 20%, y le dio inicio al esquema por el que Argentina buscaba captar dólares para salir de la crisis en un sector que mostraba signos de crecimiento.

Dos años después Néstor Kirchner ratificó el esquema con un incremento del impuesto a la venta del crudo argentino en el extranjero al 25%. Y poco antes de dejar su mandato, fijó retenciones móviles y un precio de corte en relación a lo que recibirían las petroleras por cada barril en u$s 42, el resto iba al Tesoro nacional.

En 2012, tras la renacionalización de YPF, el gobierno de Cristina Kirchner reconoció una crisis energética: el valor de corte se estableció en u$s 70 por barril exportado, y el valor de referencia internacional, en u$s 80. A lo largo del segundo semestre de 2014 se modificaron las regulaciones para que las retenciones fueran del 13% si el valor internacional no alcanzaba el tope de referencia; y si no superaban los u$s 70, se aplicaba una alícuota del 10%.

Pero a fines de ese año los precios internacionales comenzaron a caer y tocaron un piso de u$s 46. Al año siguiente la alícuota del 1%, para cuando el barril fuera menor a u$s 71, ya resultaba simbólica. 

Finalmente, en agosto de 2016 se realizó una de las últimas modificaciones en relación al “barril criollo”, para sostener hasta fin de año un precio de u$s 54,90 para el Escalante, y de entre u$s 68 y u$s 67 para el Medanito.

Ahora el contexto es diferente. Se calcula que la demanda mundial ha caído de forma que, por día, sobran 30 millones de barriles. Antes del coronavirus se producían 100 millones de barriles y en la actualidad se redujeron a 70 millones. En Argentina, según explicó el gerente financiero de una de las compañías que operan en Mendoza, "la terminal marítima está sobrestockeada y hay 2, 5 millones de barriles con petróleo argentino flotando en el mar", mientras en la refinería local se cancelaron las compras desde el mes pasado. 

Por todo esto, el precio de sostén no garantiza que las operadoras encuentren quién compre el crudo para refinarlo, y mucho menos que luego haya una industria y un consumo masivo para el producido.

Los 5 puntos clave

El Decreto 488/2020 implica algunos cambios para el sector que pueden resumirse en cinco puntos principales:


· El precio de compraventa local será de u$s 45 por barril y prohíbe la importación de productos disponibles en el mercado interno. Estará vigente hasta el 31 de diciembre.

· El precio será revisado de forma trimestral por la Secretaría de Energía de la Nación, y se desactivará cuando el Brent supere los u$s 45 durante 10 días consecutivos.

· Las empresas productoras deberán cumplir con el plan de inversiones anual comprometido, sino serán plausibles de multas y sanciones.

· Para acceder al barril criollo, las empresas no podrán acceder al mercado de cambios para la formación de activos en el extranjero, ni al mercado de valores como alternativa para atesorar divisas.

· Las retenciones a las exportaciones para el sector oscilarán entre 0% y 8%. El Gobierno se comprometió a no subir el impuesto a los combustibles líquidos, aunque no se congelarán los precios en surtidores.

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