Las expectativas que se habían generado respecto de la aceleración de los trámites en la frontera en el paso a Chile quedaron diluidas el mismo día en que se reunieron los cancilleres de ambos países. Porque se trató, en los hechos, de una nueva reunión y se informó que en un futuro próximo, de las cinco tramitaciones que actualmente realizan los viajeros en los complejos fronterizos se pasará a cuatro, se reducirá a tres en un plazo más extenso... Y hasta allí llegó el acuerdo.
Lo cierto y lo concreto es que no se puede hablar de avances y los hechos hablarán por sí solos en cada oportunidad en que se produzca un incremento de viajeros.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Argentina, Susana Malcorra, y de Chile, Heraldo Muñoz, se reunieron en el Sistema (?)Integrado Cristo Redentor, que comprende los complejos Los Libertadores, Los Horcones y Uspallata. En un principio, ambos funcionarios dejaron en claro en sus expresiones que conocen el problema. Malcorra señaló que necesitaban mirar los procesos para detectar los cuellos de botella y destrabarlos, indicando que no sólo hay que invertir en infraestructura sino también en atención, mientras su par chileno destacó que los objetivos de integración son de los gobiernos y de los pueblos.
Esencialmente hicieron hincapié en la necesidad de ampliar la cantidad de personal destinado a la atención al público, que generalmente es lo que ocasiona la mayor demora, a lo que debe sumarse el hecho de que, en algunos casos
-como sucede en la época estival y en fines de semana largos- el lugar donde está asentado el complejo Los Libertadores impide la colocación de mayor cantidad de cabinas de atención, tantas como hacen falta para hacer frente a la demanda.
Un aspecto en el que sí se podría señalar un plano positivo se centró en que algunos puntos incluyen plazos temporales determinados, como por ejemplo el estudio de un documento sobre cierre y apertura del paso; el Senasa argentino y el SAG chileno (uno de los que genera la mayor demora) deben proponer mejoras técnicas y, en tercer lugar, un acuerdo sobre mantenimiento de los caminos internacionales. También se buscará subir a la web los formularios de ingreso y salida para que los viajeros puedan completarlos con anticipación. Los dos cancilleres expresaron que se trata de “objetivos concretos”, pero cabría recordar que en anteriores reuniones, incluyendo las de los propios jefes de Estado, también se habló de “objetivos concretos” pero la situación no se modificó.
Respecto de la posibilidad de nuevos pasos, la sensación que quedó es agridulce. Porque en la agenda de los dos países figuran como prioritarios los pasos de Agua Negra, en San Juan, y de Las Leñas, que significaría un aporte importante para el sur de Mendoza y que ha sido reclamado por las comunas mendocinas allí ubicadas. Pero nada se dice de la reactivación del Trasandino o del túnel de baja altura, indicando las fuentes que esta última obra demandaría altos costos, imposibles de afrontar en estos momentos.
No es el caso establecer una crítica sobre lo acordado porque el simple hecho de que se haya impulsado y concretado la reunión entre los cancilleres es ya un paso importante. Pero sucede que han sido tantas las reuniones anteriores, tantas las comisiones conformadas y tantos los anuncios incumplidos que los mendocinos hemos dejado de creer en promesas y esperamos a que los hechos se concreten para poder celebrar.