La cordobesa Carolina Gutiérrez perdió ampliamente por puntos en fallo unánime ante Yulihan Luna y la joven mexicana obtuvo con autoridad el título mundial supergallo FIB que estaba vacante.
En el Hotel Quorum de la capital cordobesa, la calidad y la victoria de la estilista azteca (54,700 kilos) fue reconocida por los jurados con una coincidencia absoluta, 99-91.
Luna llenó la noche con el empleo inteligente, preciso, eficaz y constante de su mano izquierda, con la que frenó el avance frontal, monótono y previsible de la anfitriona (55,500), a tal punto que le provocó una hemorragia nasal que surgió en el sexto asalto y manó sangre hasta el epílogo.
La pionera del boxeo femenino en Córdoba distó de mostrar su mejor expresión, la que alcanzó cuando fue campeona mundial supermosca interina AMB, o cuando capturó elogios pese a perder por puntos ante la estelar armenia Susi Kentikian, la Reina Asesina, en Alemania.
En cambio, la ascendente Yulihan, además de utilizar la mano izquierda para ponerle freno, marcarle el territorio y lastimarle la nariz a la dueña de casa, la usó también como prólogo de combinaciones.
La pugilista visitante también exhibió su capacidad para moverse por el cuadrilátero, por lo que escuchar la lectura de la tarjetas fue una simple formalidad que sirvió para legitimar su inobjetable éxito.
Así, "Chapita", a los 37 años, quedó con un palmarés compuesto por 22 peleas ganadas, 13 de ellas por nocaut, cinco perdidas y una empatada.
En tanto, Luna, quien supo aprovechar su primera oportunidad mundialista, con tan sólo 20 años, dispone de un récord al que le dan forma una docena de victorias, sólo una de ellas antes del límite, y dos reveses.