“Almirón es el plan A, B, C… Es la única opción que existe”. La frase de José Mansur hace algunas semanas atrás, con respecto al objetivo de repatriar a Jorge Almirón, se va diluyendo y perdiendo fuerza día tras día.
Y es que las cosas fueron cambiando en el camino, porque las diferencias con el Negro se hicieron cada vez mayores y su llegada a la Bodega es muy difícil. ¿Motivos? El entrenador está especulando -le pidió quince días al presidente para dar una respuesta definitiva- ya que tiene varias alternativas interesantes en nuestro país para volver al ruedo, en tanto que las partes se mostraron lejos con respecto al tema económico. Almirón pretende, además, un equipo competitivo y pidió el arribo de muchos jugadores importantes, algo que no le pueden asegurar en la entidad.
El titular Bodeguero, más allá de que esperará la contestación del adiestrador la semana que viene, íntimamente sabe que es muy complicada su contratación.
Mansur puso como prioridad lograr la vuelta del conductor al club, pero hoy está lejos de convencerlo para que se siente en el banco de suplentes.
A este panorama con pocas expectativas, y mientras el elenco se juega la clasificación a la Liguilla Pre Sudamericana en la última fecha, el máximo dirigente comenzó a abrir el abanico y a estudiar diferentes alternativas (mantendrá reuniones la semana que viene), lejos de aquella declaración optimista de un tiempo no muy lejano.
Ya empezó a afinar el lápiz con distintos apellidos, aunque no se apurará en la elección. Surgió el nombre de Carlos Bustos (desmentido por Mansur) y siempre ronda el interés por Jorge Da Silva, mientras que por estas horas apareció el uruguayo Gustavo Matosas en la vidriera.
La idea es que antes de fin de año se conozca quién comandará los destinos del Tomba, para ir diagramando la próxima temporada futbolística.
Se viene un período de definiciones en calle Balcarce.
Sin Almirón… ¿Quién será el elegido?