Después de 7 días de intenso trabajo, finalizó ayer el simulacro de sismo Salvar 2014 “Operaciones en Caso de Desastre” que apuntó a aceitar mecanismos para actuar si ocurriera un movimiento sísmico.
Había comenzado el 14 de noviembre cuando se supuso que a las 10.30 había ocurrido un sismo de 10 grados con epicentro en la Ciudad de Mendoza a partir de lo cual se movilizaron las fuerzas y se generaron estrategias de acción prácticamente en tiempo real, contemplando la necesidad de traslado de recursos desde otras provincias y países.
La recreación consideró la caída de dos torres de energía con el consiguiente corte del suministro, 700 víctimas fatales y 20 mil heridos.
Fue coordinado por Defensa Civil de la provincia y el Ejército Argentino a los que se sumaron mendocinos civiles y miembros de las fuerzas armadas de otros países: Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
En total tomaron intervención 600 efectivos del Ejército local, 50 del Ejército de las Américas (en total de 12 países) y personal de primera respuesta de Mendoza que sumó 670 personas más.
Marcelo Dapás, jefe de Defensa Civil quien participó de todas las instancias del ejercicio, explicó que en un escenario real el personal local haría una evaluación y en función de eso haría el pedido fuera de la provincia que es lo que se ha visto hoy. Por ello han trabajado en tiempo real, con una primera respuesta con los recursos locales y a la espera del refuerzo externo.
Los días previos se habían hecho acciones en colegios y edificios públicos en tanto ayer por la mañana se realizaron actividades de peso, las cuales fueron recorridas por las autoridades a cargo.
Se realizó una visita al Centro de Operaciones Emergencia Provincial (COEP) y al Puesto de Comando de la Zona de Emergencia, ubicados en el Centro de Congreso y Exposiciones. Se efectuó una búsqueda y rescate en estructuras colapsadas en la Ex Estación del Ferrocarril (Perú y Godoy Cruz, de Ciudad), se armó un Hospital de Campaña en Boulogne Sur Mer 1501 y se instaló una planta potabilizadora de agua en el Lago del Parque, en la zona del Rosedal.
Los protagonistas también realizaron acciones en un supuesto incidente vial con sustancias peligrosas, lo cual ocurrió en la calle Thays, en el ingreso al Club Hípico de Mendoza, y además se construyó un puente de remplazo sobre calle San Francisco de Asís.
Para el comandante Alberto Quiñones, director del Ejercicio Salvar 2014, la evaluación de lo realizado es “maravillosa” ya que se hizo un buen trabajo integrado entre Defensa Civil, Gobierno y Ejército.
Herramientas
Dapás dijo que si bien sería bueno tener más recursos como más vehículos, señaló que hay que aprender a eficientizar los recursos existentes que es con lo que se cuenta y en ese sentido apuntó el ejercicio.
“Estamos evaluando las fortalezas, debilidades y destrezas que tiene el conjunto operativo de las fuerzas que han intervenido: bomberos oficiales y voluntarios, el Servicio de Emergencias Coordinado, la Policía de Mendoza, que han desarrollado destrezas para actuar en los distintos escenarios”, enumeró. Se trata de lograr hablar un mismo idioma y tener coordinación. “Hay que revisar ciertos procedimientos que eran muy internos y ahora hay que socializar con otras organizaciones”.
Por otra parte, rescató los beneficios de haber trabajado de manera conjunta con personal del Ejército de las Américas con quienes se intercambian experiencias de acuerdo a lo que cada uno ha trabajado en su territorio. Mencionó que estas fuerzas americanas “están desarrollando un plan para prestar ayuda humanitaria y dentro de ese plan nosotros también estamos prestando nuestra ayuda y articulando”.
Sobre calle San Francisco de Asís se generó el incidente de la caída de un puente; sería necesario restablecer la conexión con la ciudad por lo cual se construyó un puente inglés llamado Bailey. El capitán Carlos Grossi estuvo a cargo de la presentación y explicó que se demora tres horas y media en el armado para lo cual se requieren 40 personas.
El lugar elegido para el incidente fue azaroso pero se contempla el armado de un puente en cualquier lugar donde sea necesario ya que se le puede dar la extensión requerida así como la resistencia adecuada para el tránsito que vaya a recibir. Lo máximo que podría soportar son 120 toneladas, mientras el utilizado ayer tiene una capacidad portante de 30 toneladas, lo cual se regula de acuerdo a la estructura que se construya ya que puede tener hasta tres paneles o niveles.
Otro de los aspectos contemplados fue la provisión de agua potable, por lo que se colocó una planta potabilizadora en el lago del parque San Martín que también puede utilizarse en otros lugares como un río. Se utilizó un trailer que lleva sobre sí una planta compacta que contiene incluso un generador eléctrico y una máquina ensachetadora.
Puede elaborar agua potable en un lapso de entre 3 y 4 horas, según explicó la teniente Emilse Enriz, a cargo de la organización. Fue proyectado por la Dirección de Ingenieros e Infraestructura del Ejército.
Hay tres de su tipo en Buenos Aires: dos plantas con capacidad de procesar 600 litros por hora y otra de 1.500 litros por hora.
Requiere de varios pasos. Una primera instancia luego de la succión del líquido es llevarlo a una pequeña pileta a la que se le coloca sulfato de aluminio y cloro, lo que permite que las partículas de gran tamaño como hojas o insectos se hagan más pequeñas y decanten en el suelo del piletón.
Luego, se extrae y se lleva al sistema de la planta por un filtro de carbón activado y luego por otra serie de filtros, encargados de retener las partículas más pequeñas que hayan quedado. Esa agua no está lista para el consumo pero sí para la higiene. Luego pasa por membranas que generan presión y filtros muy pequeños para terminar el proceso de potabilización, la cual luego puede ser ensachetada para su traslado.
Familia preparada
Marcelo Dapás, de Defensa Civil, recordó que parte fundamental de las medidas a tomar ante un movimiento sísmico son los recaudos y acciones que realicen las familias, entre ellas armar un plan por parte del grupo contemplando el lugar donde pueda encontrarse cada miembro y acordar un punto de encuentro.
Es necesario armar una mochila con elementos básicos de supervivencia como ropa, abrigo, agua, alimentos no perecederos, radio, velas o linterna.
Además, tener a mano teléfonos de emergencia.