El despegue del precio de la carne provocó sacudones en toda la cadena, hasta lograr picos de precios muy altos. En el eslabón de la cría, los valores comenzaron a reacomodarse hacia abajo, para estabilizarse ahora en niveles que, aun así, superan a los de hace un año.
Silvio Huerta, productor ganadero del sur de Mendoza, hace un análisis de la situación del sector primario en una coyuntura en la que, si bien se nota que aflojaron un poco los valores del ternero, los precios en el mostrador se mantienen altos y muy firmes.
Como presidente de la Específica de Ganadería de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería de General Alvear, Huerta cree que la producción bovina podría crecer recién el próximo año, tras la retención de vientres alentada, desde mediados de 2015, por la expectativa de una política económica favorable a la producción.
-¿Cómo viene el año para la ganadería bovina de cría en el Sur provincial?
-En cuanto a la producción, es decir, a las crías destetadas, el número ha sido muy parecido al del año pasado. No hemos tenido retroceso, y el hecho que se haya mantenido ya es muy importante. La diferencia que hay, es que hemos tenido topes históricos muy importantes en el precio del ternero.
-Algunos tenían la expectativa de crecimiento, considerando que las lluvias de 2014 habían empezado a mejorar la oferta forrajera en secano…
-Es que los campos venían de sufrir la sequía de 2012 y 2013. Suponemos que la mejora, en términos de productividad del rodeo, debería empezar a notarse recién a partir del año que viene, siempre que las lluvias acompañen. Lo que pasa es que, por las características de nuestros campos, tiene que pasar un tiempo prudencial para que la mejora se note.
El pasto tiene que echar raíces fuertes y semillar, y eso no se da de un año para el otro. Hay que esperar no menos de tres años, con clima favorable y manejando el pastoreo con mucho cuidado, porque si dejo que las vacas coman todo el campo, hay que volver a empezar de cero.
-¿No ha variado significativamente el índice de destete, entonces?
-Si ha variado en algo, no ha sido relevante. Hay que levantar el porcentaje de parición y sobre eso se viene trabajando. Se está haciendo mejora genética y se están reponiendo toros. Hay gente que está haciendo inseminación artificial, el rolado de campos para mejorar las pasturas. Se están buscando distintas alternativas para que mejore el índice de parición. Pero, por ahora, la realidad indica que vamos a tener una parición y un destete final muy parecidos a los del año pasado.
-¿De qué porcentajes estamos hablando?
-Hoy estamos entre el 50% y el 55% en promedio, en algunos casos en el 60% y excepcionalmente por encima de ese porcentaje, porque no todos los productores aplican los mismos procedimientos de manejo y, sobre todo, porque hay zonas de la provincia donde los campos están en mejores condiciones.
Pero el promedio general casi no ha variado y, como no hubo más vacas que las que teníamos en producción, eso se nota ahora en el número final, que puede andar entre los 110.000 o 115.000 terneros, que fue más o menos la producción de la zafra anterior en toda la provincia.
-¿Queda margen para sumar vientres que sumen terneros, mientras se sigue trabajando para mejorar los índices de productividad?
-De hecho, desde mediados del año pasado los productores empezaron a retener hembras, alentados por las perspectivas de un nuevo escenario político y de medidas favorables para el crecimiento de la actividad. Quien más, quien menos, está dejando en el campo alrededor del 10% de las hembras potencialmente productivas. Pero son animales de su propio rodeo.
Es muy poca la gente que hoy en día está comprando vientres en esta zona. Por eso el crecimiento del rodeo bovino será muy paulatino, no hay que esperar un salto de un año para el otro. Pero va a sumar, aunque dependerá de que la lluvia nos acompañe, y los gobiernos nos acompañen también.
-Habló de una mejora importante en el precio del ternero…
-Es cierto, tuvimos una suba muy importante hasta diciembre, con valores que, para terneros de hasta 140 o 150 kilos llegaron a los 45 pesos el kilo. Hoy tenemos una merma significativa, que acompañó el retroceso de la cotización del novillo en el Mercado de Liniers, que de 30 o 31 bajó a los 24 ó 25 pesos de la semana pasada. El ternero de entre 100 y 150 kilos, en la última feria de enero, en General Alvear, debe haber estado entre 33 y 35 pesos. La ternerada de más de 150 kilos y hasta 250 kilos estuvo más o menos entre 28 y 30 pesos. Mientras más pesado, el precio es menor.
Polo comercial ganadero regional
Su ubicación estratégica en un punto de confluencia de tres provincias, fácil acceso a su territorio y a un predio ferial dotado de infraestructura de servicios e instalaciones que facilitan el fluido movimiento de miles de cabezas en una misma jornada de remate, han permitido a General Alvear consolidarse como el mayor polo comercial ganadero de la Región Centro Oeste del país.
El presidente de la Específica de Ganadería de la cámara empresaria departamental, Silvio Huerta, destacó el hecho que “hay dos firmas rematadoras operando durante todo el año” en el predio ferial de la Cámara.
La lluvia es factor determinante
El dirigente ganadero sureño enfatizó que “la herramienta más importante que tenemos en la zona es la lluvia”, y explicó: “Nuestros campos no se recuperan fácilmente. Los que tienen tierras aptas para producir mejores pasturas no tienen agua, y en las zonas donde hay agua, están los campos más duros. No podemos inventar demasiado”.
Entonces, “la posibilidad de mejorar los índices de producción depende de la lluvia”.
Subrayó, en ese sentido, que “dadas las condiciones climáticas favorables, la próxima zafra va a ser mejor, porque la vaca va a encontrar los campos en mejores condiciones, con buenas pasturas”.