Un total de 5.844 personas han perdido la vida por el sismo de magnitud 7,8 que sacudió Nepal, según indicó el gobierno nepalí en su último balance este jueves, y un centenar más murieron en India y China.
En total, según la ONU, ocho de los 28 millones de habitantes de Nepal se han visto afectados de una u otra manera por la catástrofe.
Naciones Unidas ha lanzado un llamamiento para reunir 415 millones de dólares para ayudar a las víctimas del terremoto, que necesitan víveres, medicamentos y agua.
Las autoridades nepalíes admitieron estar desbordadas por la magnitud de la catástrofe provocada por el sismo más mortífero de los últimos 80 años.
"La catástrofe es tan grande y sin precedentes que no hemos sido capaces de responder a las expectativas de la gente", reconoció el ministro de Comunicaciones, Minendra Rijal, a la cadena de televisión Kantipur.
Por su parte, el coordinador de la ONU en Nepal, Jamie McGoldrick, afirmó que se necesitarán tres meses para responder a las necesidades de urgencia antes de comenzar las tareas de reconstrucción.
La ONU suministrará rápidamente carpas para las 500.000 personas que se han quedado sin vivienda así como agua y equipos sanitarios para 4,2 millones de personas.
Por el momento las operaciones de rescate no han ido mucho más allá de Katmandú, según la ONU.
"Hacemos cuanto podemos para llegar al mayor número de lugares posible", declaró por su parte el portavoz del ejército, Jagdish Pokharel. "El tiempo ha mejorado así que esperamos poder ayudar a más víctimas", agregó.
Nepal, como toda la cordillera del Himalaya, está situado en el punto de contacto entre las placas tectónicas euroasiática e india, una zona de fuerte actividad sísmica.
El gobierno anunció, no obstante, que los montañeros podrán volver al Everest en los próximos días, tras la avalancha provocada por el sismo que mató a 18 personas. El ascenso al pico más alto del mundo constituye una importante fuente de ingresos para Nepal.