Siguen las inspecciones oculares en el Próvolo previas al allanamiento con georradares

Gendarmería recorre nuevamente desde temprano el instituto religioso. No descartan que haya evidencia -y hasta un cuerpo- bajo tierra.

Siguen las inspecciones oculares en el Próvolo previas al allanamiento con georradares
Siguen las inspecciones oculares en el Próvolo previas al allanamiento con georradares

Al igual que el miércoles pasado, desde temprano efectivos de Gendarmería Nacional se encuentran abocados a una nueva inspección ocular en el instituto religioso Antonio Próvolo (Carrodilla).

Nuevamente los miembros de la fuerza de seguridad se encuentran en el interior del imponente predio de 6 hectáreas realizando mediciones, tomando fotografías y analizando minuciosamente cada rincón del lugar donde -al menos- 18 jóvenes sordos denunciaron haber sido víctimas de abusos sexuales y hechos de corrupción mientras estudiaban y dormían en los albergues del lugar. La causa tiene 15 imputados, entre ellos 2 curas y 2 monjas. Y 7 de los acusados están presos.

Como ocurrió el miércoles último, esta segunda inspección apunta a recorrer y reconocer en detalle el terreno, de cara a una inspección más profunda que tendrá lugar en los próximos meses y para la que está prevista la utilización de un sistema de georradar (también de Gendarmería, siempre y cuando sea viable). Pero, a diferencia de la semana pasada, esta vez el recorrido incluye también los interiores del instituto y sus albergues (hace una semana sólo se inspeccionaron los jardines, que lucen descuidados y abandonados luego de más de un año con el instituto intervenido judicialmente y cerrado).

Según informaron fuentes de la investigación, antes de que termine el 2017 habrá una nueva inspección ocular de similares características (será la semana entrante); y el objetivo es poder concretar el allanamiento con la mencionada tecnología antes de que venza el plazo de la IPP (Investigación Procesal Penal), que es en mayo del 2018.

La idea de recurrir a los georradares de Gendarmería apunta a buscar cualquier objeto que pudiese estar enterrado en los jardines.

Entre tantos detalles macabros que se han conocido luego de las denuncias de los ex alumnos, llama la atención el dato aportado por una joven quien dijo que en el lugar murió un chico -mientras era alumno- y hasta destacó que el cuerpo fue enterrado en los jardines.

Por esta razón, la inspección con los geolocalizadores será clave para confirmar o desestimar esta versión -según los hallazgos que se hagan-, lo mismo que con aquellas que sostienen que en el lugar los curas enterraron cajas con documentación clave -información también aportada por algunos denunciantes-.

Incluso, una de las denunciantes dijo a la Justicia haber visto alguna vez un sótano oculto en el predio de Boedo 385, con frascos y fetos en su interior ocultos.

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