La empresa Molino Cañuelas continúa las negociaciones para concluir la refinanciación de una deuda de 1.400 millones de dólares, monto que se reparte mayormente entre bancos locales y extranjeros. Desde hace 18 meses los avances y retrocesos son una constante, pero en la firma dicen que están lejos de claudicar y apelar al pedido de quiebra.
Aldo Navilli, el líder de la familia que controla a una de las mayores empresas fabricantes de alimentos del país, encabeza las gestiones. Desde la empresa trascendió que las conversaciones están en estos momento girando en torno a una transferencia de activos para cancelar una parte importante de la deuda y el saldo restante pagarlo en un plazo razonable a una tasa del 5,5%.
Cerca de la compañía señalaron que “a pesar de todas las dificultades de mercado y de la particular inestabilidad de sector agroindustrial, Molino Cañuelas continúa negociando con los bancos y tiene expectativas de llegar a un acuerdo razonable y cumplible en el corto plazo.”
Entre los principales acreedores de Molino Cañuelas aparecen, por el lado de los bancos locales, el Banco Galicia (US$ 38,5 millones; Banco Nación, (US$ 55 millones); HSBC (US$ 45 millones); Santander Río, (US$ 36 millones); Banco Provincia de Buenos Aires, (US$34 millones) y BBVA Banco Francés (US$ 24 millones).
Molino Cañuelas exporta a más de 60 países, una condición que le permitió acceder a préstamos en dólares con entidades internacionales. En estos 18 meses de negociaciones la empresa continuó operando normalmente a partir del aporte de los accionistas y del capital propio.