Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
El presidente Mauricio Macri parece decidido a dar una batalla frontal contra la inflación y sabe que la única forma es disminuir hasta llegar a eliminar el déficit fiscal. Para esto, ha dado instrucciones específicas a sus ministros a fin de elaborar el proyecto de Presupuesto para 2018 sobre la base de disminución en muchos rubros.
Según trascendió, Macri daría el primer paso achicando el Gabinete de ministros. No se sabe cuáles pueden desaparecer o transformarse en secretarías. Tampoco se conoce si este proceso alcanzaría específicamente a los ministerios que comprenden el área económica, hoy demasiado atomizada.
Entre los principales componentes del gasto público, que impacta sobre el déficit, se encuentran los subsidios a las tarifas de los servicios públicos, los cuales han venido disminuyendo, aunque a una velocidad menor a la deseada. Este año hubo aumentos en los precios de la luz, gas y agua. En Mendoza hubo un ajuste del precio del boleto del transporte público a partir del 1 de febrero.
Estos aumentos influyeron en los registros de aumentos del Indice de Precios al Consumidor en los primeros meses del año, pero las autoridades afirmaron que no habría nuevos aumentos, lo que ha bajado las expectativas del crecimiento de la inflación. De todos modos, no descartan algún nuevo ajuste, algo más suave, hacia fin de año.
A pesar de todos estos anuncios, el Ministro de Transportes, Guillermo Dietrich, anunció que aumentarán los subsidios al transporte con el objetivo de cubrir mayores costos, entre ellos aumentos salariales, sin tener que aumentar el precio del boleto. Este anuncio va totalmente en contra de los anuncios presidenciales así como de las afirmaciones del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en el sentido de disminuir sustancialmente estos gastos.
El sector del transporte, en general, tiene previsto un presupuesto para 2017 de 116.000 millones de pesos. Según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera, el transporte automotor ya consumió en el primer cuatrimestre $ 12.500 millones, mientras que el ferroviario llevó $ 7.300 millones, mientras que el aerocomercial consumió $ 1.000 millones.
Según datos confiables, el aumento previsto sería de alrededor del 18% y estaría principalmente destinado a las provincias, que son las que registran mayores atrasos y que han debido subir fuerte las tarifas. Es el caso de Córdoba y Rosario, donde los servicios son concesiones municipales, que no tiene presupuesto como agregar subsidios a los que ya paga la Nación.
Por otra parte, los trabajadores nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) consiguieron un aumento del 21% en tres tramos de 8, 7 y 6%, con cláusula gatillo, que en su mayoría es cubierto por los subsidios. Así, un chofer de corta distancia pasará de los $ 21.000 actuales a $ 25.400 de salario mensual.
Coherencia y oportunidad
Realmente, el anuncio del ministro muestra, otra vez, una descoordinación entre los objetivos que fija el Presidente y las acciones de los ministros, que también cuentan con la aprobación de Macri. El ministro Dujovne había anunciado a principios de año el objetivo de bajar subsidios, que siguen representando 3% del PBI, aunque reconoció que el transporte público recibe algún tipo de subsidio en todo el mundo.
El problema es cuando las convicciones son postergadas por el oportunismo político porque lo único que hace es retrasar un proceso de cambio cultural que ya es muy complejo y que, con estas marchas y contramarchas, termina siendo contraproducente.
Además será muy importante comenzar a desagregar los grupos que se verán beneficiados porque no hay nada más inequitativo que el subsidio generalizado porque termina manteniendo las mismas diferencias que la herramienta intenta achicar.
Los distintos gobiernos están abocados a ordenar los sistemas de transporte de manera que cada vez más los ciudadanos utilicen el transporte público y cada vez menos los autos particulares como forma de cuidar el ambiente y, también, ordenar los movimiento de personas que entran y salen, sobre todo en grandes aglomerados urbanos.
El precio del boleto de transporte siempre ha sido un dolor de cabeza para los funcionarios. Hay miles de anécdotas que dan cuenta de muchas veces en las que algunos se negaron a hacerlo o postergaron dichas decisiones por temor a la repercusión social.
Los precios se van relajando
El jueves, finalmente, se conocieron los datos del Indec sobre el Indice de Precios al Consumidor, que marcó en mayo un 1,3%, con una disminución del 50% respecto del índice de abril. De esta manera, la inflación acumula en los primeros cinco meses un 10,5%, y la inflación anualizada (mayo2016-mayo 2017) acumula un 24% de aumento.
Más allá de algunas diferencias con otros datos, que en la mayoría de los casos se deben a cuestiones metodológicas, se confirmó una tendencia decreciente, aunque no lo suficientemente enérgica como bajar los brazos.
Por ahora, el gobierno utiliza sólo la herramienta de las tasas de interés que fija el Banco Central para contener la cantidad de circulante, pero solo consigue enfriar la economía y retrasar el precio del dólar.
No obstante, el objetivo político de gobierno se va cumpliendo y habrá que esperar los resultados de los próximos meses para ver si esta tendencia se confirma. Por ahora, por ejemplo, que la inflación núcleo anualizada esté por encima de los valores totales, denuncia que persisten factores estructurales que no están respondiendo a las políticas del gobierno.
Con estos datos no sería esperable que, por el momento, el Banco Central pueda iniciar el proceso de rebajar las tasas ya que se mantiene el criterio de tenerla entre 2 y 3 puntos por encima de la inflación anualizada. En caso de mantenerse el proceso de baja, recién podríamos ver algún movimiento hacia fines de junio o principios de julio.
