Todavía Independiente defensivamente deja esa sensación de que puede sufrir un gol en cualquier momento. Ayer la Lepra empató un partido que así como lo podría haber perdido, también lo podría haber ganado. El equipo de Garnero fue más Unión de Mar del Plata, pero en el recuento final, terminaron casi con las mismas situaciones de peligro, justamente, por esas desconcentraciones defensivas.
El equipo de Garnero apostó a presionar y quitarle la pelota apenar la visita pasaba la mitad de la cancha, y salir rápido de contra. Las escaladas de Modón por la derecha empezaban a preocupar a la visita. Del traslado se hacían cargo Gautier, Dolci y el buen trabajo de Freddy Coronel y el penúltimo toque estaba a cargo de Pereyra que mostraba sus dotes de pivoteador.
Y con esa fórmula llegó la primera situación de peligro que terminó con un remate cruzado de Modón que sacudió el palo derecho de Pedroso. Pero la réplica de la visita fue contundente. Tras un córner, Aguirre dejó corto el rechazo y Nicolás Castro con tiempo y espacio, fusiló a Scapparoni.
Lejos de desesperarse, la Lepra mantuvo el plan de juego. La visita no mostraba grandes cualidades, pero sí un orden defensivo que no dejaba que los dirigidos por Garnero tuvieran claridad en los últimos metros.
La desesperación por tener la pelota y no poder concretar llevó al Azul a sumar más gente en ataque. A las sistemáticas subidas de Modón por derecha se sumaron las de Aguirre por momentos y las de Sanfilippo también. El “Kun” Gautier en tres cuartos de cancha dejó a Sanfilippo cara a cara con Pedroso y con un remate cruzado le dio la igualdad a la Lepra, para llevar calma al Bautista Gargantini.
Al complemento lo recibió una intensa lluvia. Y a medida que fueron pasado los minutos, Independiente que era protagonista absoluto, empezó a sufrir con desacoples en la defensa.
Cuando no fue un rechazo defectuoso, era un pase sin destinatario y que, por suerte, Unión de Mar del Plata no supo aprovechar. En el momento en el que el equipo de Garnero comenzaba a mostrar signos de cansancio y por ende sin ideas para llegar al arco rival, el entrenador leproso mandó a la cancha a José Méndez y a Mauro Cerutti, los que le cambiaron la cara al equipo ante Estudiantes de San Luis y que terminó en triunfo azul.
Hubo chances para estirar el marcador, más que nada para Independiente, pero esta vez el triunfo nunca llegó. El empate está bien y es bueno que no haya perdido en su cancha, pero deberá hacer hincapié en lo defensivo si quiere mantenerse entre los primeros.