Sigue cayendo el poder adquisitivo de los productores

Cada temporada el productor necesita disponer una cantidad mayor de su cosecha solo para pagar los gastos fijos de la explotación. Pera y durazno, los sectores más afectados.

Sigue cayendo el poder adquisitivo de los productores

La Sociedad Rural del Valle de Uco, junto con los precios relevados de algunos agroquímicos, ha confeccionado tablas comparativas de precios de productos agrícolas y del costo de la mano de obra y el gasoil, entre 2007 y 2013, donde queda claramente expuesta la pérdida de capacidad adquisitiva del agricultor.

Peras para consumo en fresco, duraznos y ciruela para industria son los productos cuyos precios fueron sometidos a esta “pulseada” con los de estos dos factores de peso en el cuadro de costos.

En coincidencia con las advertencias que se vienen planteando inclusive desde otras entidades de productores, la pera es la que se lleva la peor parte de las tres especies, y le sigue la ciruela.

El trabajo elaborado por técnicos de la Sociedad Rural del Valle de Uco, asigna, para 2013, un valor de $ 23,75 para la hora de trabajo y de $ 5,70 para el litro de gasoil; y precios obtenidos (por kilo de fruta) de $ 0,90 para la pera; $ 1,55 el durazno de industria y de $ 1,00 la ciruela para desecar.

Determina así que este año el productor necesitó disponer de 5,7 kg de ciruela de industria; o 3,68  kg de durazno de fábrica; o 6,33 kg de pera para comprar un litro de gasoil. El volumen debió subir considerablemente, en tanto, al momento de establecer el precio de paridad de la fruta con el de la mano de obra.  Por cada hora de trabajo, el agricultor debió disponer de 26,39 kg de pera; o de 15,32 kg de durazno; o de 23,75 kg de ciruela de industria.

Caso por caso

El precio de la pera, según la medición de la entidad sancarlina, vino experimentando subas interanuales casi ininterrumpidas desde 2008. Pero en seis años, entre 2007 y 2013, “apenas” logró duplicar su valor. El precio percibido por el productor por el durazno de industria tuvo más fluctuaciones durante el período considerado, pero apenas superó el doble de su valor (115%). El de la ciruela para desecar, muy errático durante estos últimos años, quedó en 2013, 28% por debajo del de 2007.

Frente a ello, por supuesto, los precios del gasoil y de la mano de obra anotaron subas constantes desde entonces. Comparando valores de 2013 con los de 2007, el combustible multiplicó su precio por cuatro (304%); y la hora de mano de obra, casi por cinco (391% más).

Por eso, siempre considerando valores entre puntas del período analizado, el productor tuvo que disponer de un volumen 150% mayor de peras para pagar una hora de trabajo, o 105% más (que en 2007) para comprar un litro de gasoil. En el caso del durazno de industria, esa mayor necesidad de producto fue de casi 130% y de 88,7% respectivamente. Finalmente, si la comparación se hace con la ciruela de industria, el fruticultor necesitó 580% más de ciruela (en 2013 que en 2007) para pagar una hora de trabajo, y 464% más para comprar un litro de gasoil, según el trabajo elaborado por técnicos de la Sociedad Rural del Valle de Uco.

Para el caso de la ciruela, cabe un par de observaciones. Esta sustancial diferencia que se observa en comparación con las otras dos especies consideradas tiene que ver, por un lado, con que mientras los precios de peras y duraznos subieron entre puntas, el de la ciruela bajó respecto del de 2007. Por otro lado, en aquel año, el valor de la ciruela de industria había sido considerablemente mayor que el de las otras dos frutas, y por lo tanto se necesitaba mucho menos producto para pagar una hora hombre o un litro de combustible.

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