Sigue en la cárcel comerciante que habría matado a su mujer a golpes

Ricardo Muñoz está imputado por homicidio preterintencional. Mirta Naranjo, la víctima, pasó más de dos meses en terapia intensiva antes de morir. Un golpe en la cabeza le produjo un fatal hematoma subdural.

Sigue en la cárcel comerciante que habría matado a su mujer a golpes

Un comerciante está detenido porque habría matado a su esposa a golpes de puño. La mujer, Mirta Beatriz Naranjo (45), fue golpeada en la madrugada del 12 de julio y luego de pasar más de dos meses en terapia intensiva, falleció el 20 de setiembre.

En la madrugada del 12 de julio, Ricardo Alberto Muñoz (50) -dueño de un comercio céntrico que vende y repara bombas de agua- habría golpeado brutalmente a su mujer, Mirta Naranjo. A la mañana siguiente, el hombre se fue a trabajar y la mujer logró levantarse y se reunió con sus hijos (dos chicos de 15 y 17, dos chicas, una de 24 y otra de 27 que es discapacitada) pero no les pudo contar qué le había pasado: no les contestaba, hablaba incoherencias .

Durante la noche, los jóvenes no habían escuchado nada: la pareja tiene su dormitorio en la parte de atrás de la vivienda, en tanto que los hijos duermen en la parte delantera; ambas partes están separadas por un gran living, por lo que resulta imposible que en un sector de la casa se escuchen ruidos del otro.

Ante la situación, la hija menor llevó a su madre al hospital Central. Allí los médicos le hicieron una tomografía y detectaron, entre otras lesiones, un hematoma subdural (el mismo cuadro que padeció la presidente Cristina Fernández ). Quedó internada en el hospital Central; fue intervenida quirúrgicamente pero el hematoma era importante: le produjo un daño neurológico irreparable.

Salvo un par de días en los que estuvo en una sala común, pasó dos meses y 8 días internada en terapia intensiva. Murió el 20 de setiembre.

La investigación

El caso fue seguido de cerca por la fiscal de Capital Laura Rousselle, quien ordenó la detención del comerciante, días después de que la esposa fuera internada.

Inicialmente, el hombre fue imputado por lesiones graves, ya que el pronóstico de la paciente era reservado, existía peligro de fuga y además el hombre habría amedrentado a sus hijos para que no declararan en su contra.

Cuando Mirta murió, la calificación pasó a ser homicidio preterintencional agravado por el vínculo, delito que tiene una pena que va de los 10 a los 25 años de prisión.

Según trascendió, el caso no terminó en femicidio -delito con pena de prisión perpetua- por algunas dificultades probatorias: la mujer (víctima y única testigo) murió sin haber declarado; uno de los hijos declaró que escuchó algunos ruidos, nada más; el hipotético relato que figura en el expediente proviene de los médicos del Cuerpo Médico Forense:

la mujer recibió un fuerte castigo en la cara y en diversas partes del cuerpo, pero el hombre no utilizó un objeto contundente, sino que la habría golpeado con sus propios puños: para la fiscal no fue posible, técnicamente, determinar que el hombre tuvo intención de matarla; no se pudo probar el dolo eventual, la intencionalidad.

Lo que sí sostiene la acusación de la fiscal es que los médicos determinaron que la causa de la muerte terminó siendo ese fatal golpe en la cabeza.

Antecedentes

Existen además dos denuncias anteriores, por lesiones leves, que sirven como indicios de que el hombre golpeaba a la mujer (y también a sus hijos).

Muñoz se encuentra detenido en el penal de Boulogne Sur Mer. Sus defensores han pedido dos veces el recupero de la libertad y una vez que le otorguen el beneficio de prisión domiciliaria. En todos los casos, la fiscal ha rechazado los pedidos.

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