Signos vitales: el Tomba mostró una mejoría

Pese a la supremacía que River no tradujo en un resultado contundente y a la nueva derrota, Godoy Cruz cambió la imagen de un 2019 nefasto.

Signos vitales: el Tomba mostró una mejoría
Signos vitales: el Tomba mostró una mejoría

Los aplausos que bajan de la popular norte y también de las plateas son un indicio más que elocuente. La historia dirá que una calurosa noche de enero, ante el subcampeón de América y el mejor equipo de Argentina por escándalo, Godoy Cruz se puso de pie. Dejó atrás el peor año deportivo de su década ganada en Primera División y, ante una multitud de testigo, se retiró del estadio Malvinas Argentinas con la frente en alto.

Está claro que la derrota (una más) supone una lógica tristeza. Sin embargo, en un deporte colectivo como el fútbol jamás pueden quedar al margen las formas. Es cierto que Godoy Cruz perdió ante River 1-0 y que la caída podría haber sido mucho más abultada. Tan irrebatible como que nadie en su sano juicio podrá negar que el equipo de Mario Sciacqua jamás bajó los brazos y se mantuvo en partido hasta que ese mal árbitro que es Mauro Vigliano marcó el final del juego.


    Ignacio Blanco / Los Andes
Ignacio Blanco / Los Andes

Partiendo de la razonable base de que este Godoy Cruz versus este River propone un choque sin equivalencias desde todos los aspectos del juego, el desarrollo del partido se dio como muchos lo imaginábamos en la previa y como también lo había anticipado el propio Sciacqua (“A River no se le puede jugar de igual a igual”, dijo).

Con el 3-5-2, el Millonario gobernó las acciones desde el inicio a partir de la notable influencia de sus laterales. La posición de Montiel y Casco, jugando mano a mano con Carrasco y Alanís, oficiaron de primer eslabón de la presión y provocaron permanentemente el 2-1 sobre las bandas, lo cual no fue aprovechado por un Borré raramente ineficaz.


    Ignacio Blanco / Los Andes
Ignacio Blanco / Los Andes

El plan de Godoy Cruz era simple y tenía una prioridad: no dejar jugar cómodo a Enzo Pérez. Para ello, Andrada y Henriquez intentaron siempre tener bien cerca al maipucino ex Godoy Cruz, pero está claro que esa no es la única variante que posee el Millonario en un mediocampo donde abundan el buen pie y la tremenda velocidad para recuperar el balón cada vez que lo pierde.


    Ignacio Blanco / Los Andes
Ignacio Blanco / Los Andes

Hubo un movimiento estratégico de River que el Tomba no le encontró la vuelta en el primer tiempo: la posición de De la Cruz. El uruguayo terminaba de 9 y quedaba mano a mano con la última línea.

En el complemento, con los ingresos de Freites y Burgoa, el Tomba se acomodó mejor. Merentiel se tiró de enganche y, ante un River cansado, tuvo tres chances vía Badaloni, Carrasco y Freites que podrían haber sido el 1-1. Mostró signos vitales. Y esa es una gran noticia.

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