El turismo histórico y religioso tiene su eje en las ciudades de Tinogasta y Belén, donde se encuentran los principales templos cristianos y museos precolombinos de los respectivos departamentos, en tanto Londres (en Belén) es el primer pueblo de Catamarca fundado por los españoles, en 1558. Cerca de este museo vivo se encuentra el milenario sitio arqueológico de Shinkal, donde estuvo el centro administrativo del Imperio Inca en el actual NOA.
En los pueblos de Medanitos y Antinaco (que integran el circuito turístico histórico-religioso del norte de Fiambalá) hay sendas obras de Cristo Redentor de gran tamaño, que son piezas únicas, construidas a mano y sin moldes. La primera tiene más de 19 metros de alto y está en la loma de un cerro que ofrece hermosas vistas panorámicas del valle, las dunas y viñedos, en tanto la de Antinaco es algo menor.
Quien llegue a Catamarca como espectador del Dakar podrá fácilmente convertirse en turista y vivir experiencias tan apasionantes como la misma competencia que, seguro, lo tentarán a extender su estadía después del rally y a volver a la provincia.