Un hombre de 64 años murió hoy a causa de la nueva cepa de virus de
gripe
aviar
H7N9
en Shangai, con lo que asciende a siete el número de muertos por esa enfermedad en China, según informó la agencia oficial Xinhua.
Además de este caso, las autoridades locales confirmaron que hay tres personas más contagiadas, una en la provincia de Anhui y dos más en la de Jiangsu, ambas regiones en el este de China, según consignó un despacho de la agencia EFE.
El residente de Anhui que contrajo la enfermedad es vendedor de pollos en la localidad de Bozhou, tiene 55 años y se encuentra estabilizado, mientras que los dos casos de Jiangsu -un hombre de 85 años y una mujer de 25- están en condiciones "críticas".
Los gobiernos de las provincias de Shanghái y Jiangsu, las dos ciudades más afectadas por el brote, precisaron que se han realizado pruebas a aquellas personas que han estado en contacto con los nuevos enfermos y que, por ahora, "no se han hallado signos de infección".
En total ya son 24 los casos de la gripe H7N9 confirmados oficialmente por el gobierno Chino; once en Shanghái, ocho en Jiangsu, tres en Zhejiang y dos en Anhui.
Por el fuerte brote de la enfermedad, otras regiones del país, como Hong Kong y Taiwán, han extremado las medidas de precaución y están practicando exámenes a pacientes "sospechosos" de haber contraído el H7N9, sin que se registren contagios hasta el momento.
En tanto, el gobierno de chino puso en marcha hoy una investigación para desarrollar una vacuna contra esta nueva cepa.
El director de la Oficina de control de la gripe H7N9, organismo que forma parte de la Comisión Nacional de Sanidad, Liang Wannian, explicó que el proceso de fabricación podría durar entre seis y ocho meses antes de que se pueda llevar al mercado "debido a las complicaciones derivadas del proceso" de fabricación.
De las siete personas que murieron a causa de la enfermedad, cinco eran residentes de la provincia de Shanghái y los otros dos habitantes de Zhejiang.